«Hicimos un rescate vertical junto con la Guardia Civil a una persona que se había precipitado en la zona de ses Formigues. La rápida actuación por mar mediante una tirolina hizo que siguiera con vida». Esta es una de las historias que viven los héroes anónimos, esas personas que dedican parte de su tiempo a la protección de la ciudadanía con el único propósito de ayudar.
Salvar a una persona se cuenta por segundos. Es por ello que los servicios de emergencias de las Pitiusas intentan estar equipados con el más avanzado material posible y con personal cualificado. Así se vio reflejado ayer en la Diada de Protección Civil de Ibiza y Formentera a través de una muestra práctica de las actuaciones de los servicios y del material disponible. La jornada se desarrolló durante toda la mañana en el Recinto Ferial, donde el público aprendió que en cualquier momento ellos mismos también pueden convertirse en héroes anónimos que salvan una vida.
Tanto en el interior como en el exterior del Recinto Ferial, las ambulancias del 061, bomberos, Cruz Roja, Emergencias del 112 y las diferentes agrupaciones de Protección Civil se unieron con la firme idea de que las personas conozcan la labor que desempeñan y el material que poseen. Cada uno de los colectivos expuso parte de su material; entre otros, motos, todoterrenos, ambulancias, lanchas, motos de agua e incluso el material técnico que utilizan en cada una de sus intervenciones.
«Cualquier vecino puede entrar en una parada, atragantarse y es importante saber cómo funcionan los protocolos de emergencias», explicó Óscar Beltrán, responsable del Área Sanitaria de Protección Civil de Ibiza, en el stand del taller de RCP. El margen entre la vida y la muerte en una situación de parada cardiorrespiratoria se mide por el hecho de saber actuar en estas circunstancias. Incluso, Beltrán anunció que ya están pensando en ir colegio por colegio para enseñar a los alumnos de qué forma tienen que actuar ante estas situaciones. Eso sí, es imprescindible contactar con el 061 lo antes posible.
También acaparó todas las miradas el simulacro de excarcelación de una persona en un vehículo volcado lateralmente tras sufrir una colisión frontal en un accidente de tráfico. En este caso, los bomberos enseñaron de qué forma se sacan a los heridos en estas circunstancias.
Lo cierto es que el interés de los visitantes estuvo más que presente a lo largo de toda la jornada. Sirvió para concienciar de la labor que desempeñan a diario estos colectivos.
Incluso, la Diada hizo que los más pequeños de la familia soñaran con llegar a ser igual que estos héroes que salvan vidas de forma anónima. Fue el caso de Eric Tur, de cuatro años, y Micaela Allende, de cinco años. «Me gustaría trabajar igual que ellos», comentaron ilusionados estos chicos.
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