Las imágenes publicadas por este periódico mostrando un pequeño rebaño de cuatro cabras pastando en el islote de es Vedrà abrieron la semana informativa en las Pitiusas. Las chivas sobrevivieron a la matanza perpetrada por el Govern para preservar la fauna endémica del peñón y, por mandato judicial, no podrán ser eliminadas mientras prosiga la investigación a raíz de la denuncia admitida a trámite interpuesta por la organización animalista Assaib. El nuevo director general de Biodiversidad del Govern se mostró partidario, también en estas páginas, de rescatar al rebaño y no acabar con él a tiros como sucedió hace meses.

Esta semana han comenzado las obras de rehabilitación de la Plaza del Parc de Vila (en la que ya se han encontrado restos arqueológicos), uno de los puntos neurálgicos y más visitados de la ciudad por su amplia oferta gastronómica y de ocio para residentes y visitantes. La reforma de este emblemático espacio, junto a la peatonalización de Vara de Rey, deben servir para acercar a los ciudadanos al puerto y La Marina, para hacer del centro una zona amable para los residentes y avivar el comercio y la restauración en temporada baja. Las obras son un engorro, ya se sabe, y van a afectar a los empresarios y vecinos de ambas zonas, pero dudo que en el futuro se arrepientan de las reformas puestas en marcha. Como quitarse una muela, vaya.

Otra noticia adelantada en exclusiva por este periódico ha sido la compra por parte del grupo ALSA de la empresa de autobuses Voramar El Gaucho. Con esta adquisición, la compañía de origen asturiano –filial de la multinacional británica National Express– toma posiciones en Ibiza de cara al concurso para la renovación de las concesiones del servicio de transporte en la isla previsto para 2018. El Consell y los ayuntamientos viajan mañana a Londres para participar en la World Travel Market, la feria internacional de turismo más importante del continente en la que Ibiza buscará enganchar a los turistas que este verano vinieron de prestado por la inseguridad reinante en otros destinos, y mejorar los flujos en los extremos de la temporada.

Este debe ser el objetivo principal del aparato de promoción de las Pitiusas: incrementar el número de visitantes en temporada baja para mantener y crear puestos de trabajo más estables y de calidad.