Según señala la sentencia del Juzgado Contencioso Administrativo de Palma que ha desestimado el recurso presentado por el propietario del restaurante, se realizaron seis mediciones en el mes de agosto de 2014 en el dormitorio de los vecino que dieron un resultado de 41 decibelios. Unos valores superiores a los máximos establecidos por la legislación vigente en materia de contaminación acústica, dice la sentencia.
Por su parte, Joan Riera, propietario del restaurante Ca n'Alfredo, considera que el importe de la multa es «desproporcionado» y que «jamás han pagado otros establecimientos de la isla que, por supuesto, superan notablemente los niveles de ruido que pueden provocar unos simples frigoríficos».
Riera explicó que, cuando se produjeron las quejas de los vecinos, intentó llegar a un acuerdo con ellos y, que, para ello, cambió las neveras que emitían el ruido por otras nuevas con motores incorporados que le supusieron el desembolso de 15.000 euros.
El propietario dijo sentirse tratado «como un delincuente» por el resultado de esta denuncia y dudó de la fiabilidad de las sonometrías realizadas a su local, en las que, por otra parte, no estuvo presente.
8 comentarios
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Me alegro de ello. A este empresario se le van a acabar las ganas de seguir dando por culo a los vecinos., y si continua empeñado en lo mismo lo pueden condenar por reincidente. Te se lo pienso mucho a partir de ahora.
El ruido es el ruido, y no importa quien lo haga. Todos debemos denunciar, a ser posible en los juzgados, las molestias por ruido. Al final se hace justicia como en este caso. Veo ilógico quejarse y no denunciar en juzgados. Ya esta bien de aguantar a este tipo de empresarios-emprendedores que lo único que hacen es "joder" a todo el que esta a su lado.
¿ las neveras hacen más ruido que las discotecas ? Xfavor !!!!
Siguiendo con el comentario, lo que no es justo, unos si y otros no. Por eso decimos; PROU !!!
Supongo que a este restaurante se le habria advertido para que arreglase esta situacion, de todas formas, esa multa que se utilice para subsanar el problema cambiando esos aparatos. Creo que es la forma de utilizar mejor el dinero
La ley es la ley y no deben importar los nombres ni de personas ni de locales.
Una sentencia contra el ruido en Ibiza ¡y es por unas neveras!. En la isla de la música atronadora al aire libre!!!! 41 decibelios ¿han medido en los dormitorios cercanos a Ushuaia?.
Si un juzgado lo ha sentenciado y ha desestimado un recurso, seguro que las sonometrias están bien hechas. Supongo que ha nadie que le imponen una multa le parece justo, pero es lo que hay.