El anuncio de la fecha del debate de investidura por parte de la presidenta del Congreso, Ana Pastor, provocó que Pedro Sánchez tuviera que dar la cara ayer en Eivissa –donde está pasando una parte de sus vacaciones estivales– para reiterar que el PSOE no apoyará a Mariano Rajoy el 31 de agosto. «Lo podemos decir más alto pero no más claro: el PSOE no se va a abstener ante la corrupción, la desigualdad, precariedad y el desempleo», señaló el líder socialista, quien añadió que «si el PP no necesitó al PSOE para lograr la presidencia del Congreso ni para articular la mayoría de la Mesa del Congreso, tampoco necesita al PSOE para conseguir la investidura de Rajoy».

Sánchez también avanzó ayer que, en caso de que Rajoy sea investido presidente del Ejecutivo, este ‘no' del PSOE también se extenderá a los Presupuestos Generales del Estado, «que seguro traerán más recortes».

Pedro Sánchez le recordó a Mariano Rajoy que sólo con el apoyo de los diputados de Ciudadanos –con los que ya ha empezado a negociar– no llega a los 176 escaños necesarios para ser investido presidente del Gobierno. «Lo que tiene que hacer (el PP) es seguir hablando con el resto de aliados potenciales, entre los que no está el PSOE», apuntó el secretario general de los socialistas, quien se mostró «dispuesto» a reunirse con Rajoy «las veces que haga falta, aunque ya sabe cuál es nuestra posición». Sánchez también señaló que estará «atento y expectante» a las negociaciones entre el PP y Ciudadanos.

El líder socialista también fue cuestionado sobre la posibilidad de unas terceras elecciones, «algo que nadie quiere en nuestro país». Pedro Sánchez también criticó la fecha escogida para la investidura de Rajoy, ya que si finalmente deber volverse a repetir los comicios éstos se llevarían a cabo el día de Navidad. «Un estadista tiene que contemplar todas las opciones, y si Rajoy ha elegido el 30 y 31 de agosto lo que está demostrando es la poca talla política que tiene como presidente del Gobierno y como político», aseguró Sánchez.

Sin plan B

El líder socialista no quiso aclarar si, en caso de que Rajoy no consiga los apoyos suficientes, se plantea ser alternativa de gobierno, como le pide Francina Armengol. «Démosle confianza a Rajoy, tiene dos semanas. En el PSOE somos la alternativa al PP pero no vamos a ser cómplices ni de la corrupción, ni de la desigualdad, la precariedad y desempleo que ha generado la política Rajoy últimos cuatro años», señaló Sánchez, quien afirmó que están en «constante diálogo con el resto de formaciones».