Streeka vino en el 2002 a Eivissa para intentar desarrollar su faceta artística, y su sueño se convirtió en realidad. «Me estoy dedicando a un trabajo duro, se trabaja mucho. Pero desde que vine he trabajado en un montón de proyectos diferentes, por suerte, he trabajado en la TEF, en casi todas las discotecas, en teatro, en la opera con Armin Van Buuren, todo lo que me dejan».
En invierno como hay menos trabajo lo combina con trabajos de mantenimiento, aunque ha estado varios años como ayudante de Antonio Villanueva, en su obra escultórica, «de el he aprendido mucho».
Y como Streeka no puede estar parado, ahora está escribiendo un libro del que todavía no puede contar nada. «Me gusta mucho la variedad, haciendo lo mismo me canso, me gusta inventar». Además, el hecho de trabajar en muchos sitios le facilita conocer a mucha gente y el intercambio de información. «Aquí en Eivissa tenemos mucha suerte. Se junta lo mejorcito de cada casa. Eivissa es un escaparate. Si no vales te vas». «Eivissa significa profesionalidad, buenas fiestas, buenas gogós, buenos seguridad que sonríen. Para venir aquí o eres el mejor o tienes un amor tremendo por tu trabajo. Lo que hacemos lo hacemos por amor». Además asegura que la competencia no existe, «somos los mismos que trabajamos en distintas fiestas, este año estás aquí el que viene allá y también colaboramos entre nosotros y nos ayudamos».
Streeka es el nombre que adoptó el artista hace 20 años cuando empezó a jugar al rol. El es uno de los precursores en España de este juego y, además, desde entonces no ha dejado de jugar con sus amigos de siempre, «los de Córdoba y eso me hace tener los pies en el suelo, me ayuda a tener perspectiva y a darme cuenta de que lo que estoy haciendo es lo que quiero hacer. Me ayuda con mi arte», asegura.
Pero, además, Streeka tiene otra faceta de la que se siente muy orgulloso, la de padre, y que a su parecer es totalmente compatible con su profesión. «Lo paso muy bien con ellos, el mayor, Tao, ya me ayuda en trabajos y creo que le gusta el mundo del arte, en casa tenemos un pequeño taller y hacemos cosas allí». «Primero están los niños y luego el trabajo. Tengo la suerte de que en invierno hay menos trabajo y puedo disfrutar con ellos». El artista opina que es duro criar a los hijos «pero incluso en la temporada de verano, como trabajamos por la noche, puedo aprovechar las tardes para estar y disfrutar con ellos. Para trabajar en esto hay que tener la cabeza muy centrada», argumenta entre risas.
Streeka cree además que la educación artística en las escuelas es muy importante «y yo estoy contento con el cole de los niños, S´Olivera en Puig d´en Valls, porque sí hacen muchas cosas relacionadas con el arte». Para el es muy importante que tanto niños como mayores no dejemos de hacer cosas con las manos «porque esto es lo que moldea el cerebro». Además, nos habla también de la importancia de la música en la educación de los más pequeños «que es la gran olvidada», dice.
El artista se siente muy satisfecho de todos los sitios donde ha trabajado. Se acuerda del trabajo en la TEF, uno de los primeros en la isla en los inicios de la televisión local. «Estoy muy satisfecho de haber trabajado allí con gente que me quería mucho y yo los sigo queriendo mucho a ellos. Allí aprendí iluminación y también hacía la decoración del plató".
Streeka quiere aprovechar el final de nuestra conversación para animar a todos a ir a El Row, que se celebra cada sábado en Space, «porque es el último año de Space, pero sobre todo porque hoy por hoy es la fiesta más complicada de hacer y la más sofisticada que hay. Hay que coordinar a 250 personas que trabajan para que los asistentes disfruten. Tenemos los mejores artistas, acróbatas aéreos, decoradores... La gente lo va a pasar bien, se van a divertir. Cada sábado hay una propuesta nueva con una decoración exclusiva para el día, hay regalos y mucha diversión. Invito a todos a disfrutar con nosotros en Space con El Row», concluye.
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