Las alumnas del ciclo formativo de educación infantil en el IES Quartó de Portmany partieron de Eivissa con las maletas cargadas de deseos por cumplir, pero también con ciertas dudas. Durante dos meses y medio (del 1 de abril al 13 de junio) han realizado una estancia como estudiantes en Módena, al norte de Italia, con una beca Eramus.
El idioma, dejar atrás a su querida familia y amigos y el cambio de país eran los puntos débiles con los que partían en el viaje de ida a la ciudad italiana de Módena. Lugar que se despierta con el eco de la lírica de Luciano Pavarotti y el encanto de sus iglesias franciscanas, palacios y monumentos de siglos pasados.
Andrea Tomillero, de 21 años y residente en Eivissa, cuenta que nunca había viajado fuera de España. Para ella se trataba de un reto que al principio no quería exprimentar «por el miedo a salir de su ciudad natal», pero al final decidió no renunciar a este tipo de aventuras. Además, señala que el impulso para realizar este viaje fue también gracias al apoyo de sus profesores del ciclo formativo. Un temor que, por el contrario, no contagió a Isabel Marí, de 20 años y residente en la isla. Esta joven veinteañera no dudó un instante en sumarse a esta iniciativa promovida por el instituto de Sant Antoni. Para ella era una «oportunidad única» y que no podía dejar pasar.
Experiencia positiva
Al pisar tierras italianas, las dificultades fueron ‘in crescendo', porque no tenían un alojamiento para vivir. ¡Nos fuimos a la aventura, sin saber dónde nos íbamos a alojar!', explica sonriente Tomillero. A pesar de estos baches, con valentía y madurez las jóvenes alumnas fueron trazando su propio camino. ¡Por fin encontramos alojamiento y poco a poco nos fuimos adaptando a la vida de la ciudad!, comentan satisfechas las propias alumnas.
Este viaje ha contribuido «de manera positiva tanto a nivel personal como profesional» de ambas jóvenes del ciclo formativo. Las estudiantes destacan que esta aventura ha hecho que terminen por decidirse de cara a su futuro profesional. Andrea Tomillero comentó que tras el ciclo formativo y la estancia en Módena, se ha decidido por iniciar sus estudios en la universidad, para estudiar educación social. Isabel Marí destacó que tanto el ciclo formativo como su estancia en Módena, le ha ayudado a encauzar su camino profesional. «He decidido comenzar mis estudios universitarios en educación primaria». Además, ambas invitan a todos los estudiantes a participar en proyectos como el que han vivido ellas.
A pesar de esta corta estancia en tierras italianas, las alumnas del ciclo formativo de educación infantil no dudan volver a viajar a otro país para aprender nuevas experiencias y crecer profesionalmente en sus nuevos estudios.
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