José Boto es cómico, que no humorista y eso lo transmite a cualquiera que se cruza con él. Nuestro aspirante a Sardina Negra es de esas personas que parece que vinieron al mundo contando un chiste y con una sonrisa en la cara, lo que hace mucho más felices a los que le rodean, incluyendo al que escribe la entrevista y a nuestra fotógrafa, Arguiñe Escandón.
Nacido en Madrid hace 44 años, antes de ser quien es, Boto trabajó de todo hasta que descubrió que su vocación era hacer reír. Aunque no ha salido mucho en la televisión, su curriculum laboral es impresionante, habiendo trabajado en El Club de la Comedia, Paramount Comedy, el programa de televisión España Directo, con José Mota e incluso en cruceros. Sin embargo, de lo que más presume es de la nómina de amigos que ha ido haciendo a lo largo de su trayectoria. Pedro Reyes, su padrino artístico, Dani Rovira con el que comparte confidencias y deporte, Juan Luis Cano, del que conduce su coche cuando éste no está en su casa de Eivissa, Santi Rodríguez y Pepe Viyuela, «dos de los cómicos más solidarios que hay en la procesión» o Javier Cansado, la media naranja de Faemino y Cansado están entre ellos. Ah, y si fuera poco, casi todos ellos forman parte del peculiar equipo de fútbol Las ibéricas fútbol club con el que han jugado partidos benéficos para la Fundación Gomaespuma contra veteranos de distintos equipos de fútbol. Partidos en los que nuestro aspirante puede presumir de haber metido un gol a Paco Buyo.
—Se lo tengo que preguntar... ¿Cuántos sombreros o gorras tiene?
—(risas). Pues no se. A partir de las 35 dejé de contar. Pero que le vamos a hacer, soy aficionado a los complementos porque al pelo no puedo... yo en la peluquería no soy de lavar y peinar (risas).
—¿De donde le viene esta afición? Parece imposible verle sin ellos...
—De mi época en España Directo. Recuerdo que en unos de mis primeros reportajes, el de la visita de la mujer de Barack Obama a Marbella, llevaba gorro y como me salió muy bien lo convertí en mi seña de identidad. Y no se crea, me ha costado mantenerlo, porque cuando iba a grabar mi primer programa de televisión me lo querían quitar por el tema de las sombras.
—¿España Directo fue su trampolín?
—(risas). En parte sí, pero yo ya llevaba trabajando como cómico mucho tiempo. De hecho este año cumpliré 18 años de trayectoria profesional.
—Los que le vieron dicen que hizo reportajes inolvidables...
—Gracias. Lo cierto es que nos lo pasábamos muy bien y guardo magníficos recuerdos. Intentábamos hacer algo divertido porque yo no soy periodista. Y así, aún recuerdo los reportajes que hicimos en Noblejas, el pueblo de España que está más alejado del mar y donde montamos una playa con arena de una obra, un barreño de agua y niños que iban a bañarse a la piscina. O por ejemplo, cuando en Cenicientos recreamos el cuento de Cenicienta con mujeres mayores o cuando en un pueblo de Guadalajara montamos una batalla musical entre jóvenes y mayores, cada uno interpretando los temas del contrario. Estuvo genial. Nuestro lema era «donde vamos la líamos» (risas).
—Con todo lo que viajó me imagino que al menos le invitarán a comer en los pueblos...
—(risas) Bueno he sido pregonero de dos de los pueblos en los que estuve que no está mal.
—Usted siempre dice que no es monologuista sino cómico. ¿Estamos sobrepasados de tanto monólogo?
—Un poco. Yo empecé de rebote en este mundo. Fue hace casi 20 años cuando, mientras hacíamos un espectáculo de animación infantil nos dimos cuenta que hacíamos reír mas a los adultos que a los niños. Y desde entonces pasé por el sello de El club de la comedia o la Paramount Comedy cuando no había tanta fiebre como ahora.
—Entonces comenzó con los míticos de El club de la comedia..
—La verdad que sí. Comencé cuando era la primera temporada y la presentaba Javier Veiga. Y de aquella época guardo muy buenos amigos como Agustín Jiménez, Goyo Jiménez, Eva Hache o Dani Rovira.
—¿Qué tienen ellos que no tienen los demás?
—Pienso que la diferencia está en el cómo se cuenta un tema y lo que tienes dentro para hacerlo. Encontrar temas nuevos es muy complicados porque todos están muy trillados. Creo que eso se nota a la primera. Tu ves por ejemplo a Leo Harlem la primera vez y sabes que va a tener recorrido aunque no salga en la televisión.
—¿Cuáles son los que más le gustan a José Boto?
—Bueno mi padrino artístico era Pedro Reyes. Luego por supuesto Gila, Faemino y Cansado o Dani Rovira. Pero hay muchos muy buenos. Por ejemplo, Tip, la pareja de Tip y Coll me parecía un genio cuando le escuchaba por la radio en el programa El jardín de los bonsais aunque luego juntos no me gustaban mucho. En fin, que sería complicado quedarme con uno sólo.
—Faemino y Cansado, con respeto para los demás, son para mí los mejores...
—La verdad que sí. Me acuerdo que la primera vez que actué en Madrid, en la sala Galileo, la noche anterior lo habían hecho ellos con lo que te puedes imaginar el subidón (risas)
—Por cierto, Dani Rovira no tuvo mucha suerte con un chiste que hizo en la entrega de los Goya...
—La verdad que no. Pero sinceramente no creo que hubiera que darle tanto bombo. Lo que pasa es que aquí todos somos conscientes de lo que hay pero nos fastidia que nos lo digan desde fuera. Desgraciadamente esa broma es una consecuencia de lo que se ofrece al exterior. Y si no mira todos los carteles publicitarios que te encuentras cuando llegas al aeropuerto de Eivissa.
—Cambiando de tema, ¿cómo está de pagado el tema de los cómicos?
—Por desgracia no muy bien. Mucho menos que lo que cobra el personaje de turno que sale en los programas de moda de televisión y que solo tiene músculo. Es una pena pero lo que te regatean a ti de tu trabajo luego se lo dan a ellos para que luzcan palmito.
—Pero desgraciadamente es lo que vende...
—La verdad que sí. Y además a los establecimientos les es rentable. Pero me da pena ver que como muchos jóvenes quieren parecerse a estos personajes sin estudiar ni buscar una profesión digna. Es difícil explicarles que su padre se parte el pecho durante ocho horas en una cadena de montaje por 1000 euros y que los otros por cuatro fotos se llevan 6000.
—Bueno, ¿por qué nos ha traido al hipódromo de Sant Rafel?
—Por varias cosas. Porque aquí hice mi primera actuación en Eivissa y porque aquí vi por primera vez a la que es ahora mi mujer, la deportista olímpica Mar Sánchez. Fue en el año 2001.
—¿Sí? ¿Cómo fue?
—(risas) Bueno la actuación no muy bien. Fue al día siguiente de un concierto de Coti al que no fue mucha gente y sustituyendo a un amigo que se puso malo, Dani de la Cámara. Tampoco vino mucha gente pero entre el público había una chica muy guapa y muy fuerte que me llamó la atención. Me fui a hablar con ella y fue un flechazo.
—Así tal cual...
—(risas) Bueno luego siguió en Madrid. Yo mandé un mail a todos mis contactos cuando hice mi primera grabación para la Paramount Comedy y allí apareció ella. Una pasada. Después empezamos a quedar y hasta hoy, felices y con dos pequeños.
—Usted ha sido esposo consorte de concejala. ¿Cómo se lleva eso?
—(risas) Consorte que no consuerte. He de reconocer que no ha sido fácil. Entre otras cosas porque nunca he trabajado menos dentro de la isla que cuando Mar Sánchez era concejala.
—Además le tocó defenderla en más de una ocasión...
—Sí y no lo he hecho más porque ella no me ha dejado. Afortunadamente soy cómico y eso es bueno porque nos podemos permitir más cosas. De todos modos se lo merece porque no he visto persona más íntegra en mi vida. Con todo lo que le tocó vivir en política ella y Lina Sansano fueron las únicas que no salieron salpicadas, lo que habla muy bien de ellas. Y en el deporte igual, con las injusticias que ha vivido, sin dejarla participar en campeonatos habiendo conseguido las mínimas nunca ha levantado la voz.
—¿Es cierto que Mar Sánchez le inculcó su amor por el atletismo?
—(risas) Sí. Probé dos semanas con el salto con pértiga con Javier García Chico y me di cuenta lo difícil que es. Eso sí, fui campeón de España de veteranos en 200 metros lisos y en 4x100 con Castilla y León.
—Y ya la última... cuando se publique la entrevista ¿El Lega será de primera?
—(risas) Ojala. Sería genial.
PEQUEÑA BIOGRAFÍA
José De La Casa Boto, José Boto, nació el 20 agosto de 1971 en Madrid.
Su experiencia laboral, como cómico, es amplísima. En televisión ha participado como reportero del programa España Directo en 2010, en La Hora de José Mota, en el programa Nuevos cómicos de Paramount Comedy, en el programa Los Escapistas con Iñaki Urrutia, Manu Feijooo y Juanki o en Humor InteGilente. Además, ha creado monólogos para la Paramount, El club de la Comedia, para compañías privadas y además, ha participado en las representaciones teatrales Viva la Pepa, Historias mínimas, Dios, Pareja abierta o Godspell. Incluso, durante dos años fue animador del público que acudía a las grabaciones de la serie Siete vidas.
Además, colabora con la Ong ibicenca Ibiza al desarrollo y con la Fundación Gomaespuma, con quien creo el equipo de fútbol formado por artistas Las ibéricas fútbol club que volverá a reunirse por un fin solidario el próximo 3 de julio en Talavera de la Reina.
EL TEST
Un libro
No culpes al karma de lo que te pasa por gilipollas de Laura Norton
Una película
La vida es bella
Una serie
7 vidas
Un grupo o un cantante
Hombres G
Un color
Azul
Un plato de cocina
Me encanta preparar y hacer las fajitas para mis hijos. Eso sí, que no sean picantes
Un deporte
El salto con pértiga y lo probé y me encantó aunque es muy complicado
Un lugar de la isla donde perderse
Portinatx
Un viaje que nunca olvidará
República Dominicana
Una manía
Siempre antes de actuar tengo que pasar primero por el baño
Un defecto
Soy cabezón y me cuesta dar mi brazo a torcer
Una virtud
Me encanta la vida y soy un tipo positivo
Un sueño por cumplir
Tener mi propio programa de televisión
Alguien a quien admire
A mi padre, que estuvo trabajando durante 40 años en la cadena de montaje de la fábrica de Peugeot para sacar adelante a su familia.
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