Tan preocupante es el tema para los usuarios de las playas que se han creado varias aplicaciones, que cualquiera puede bajarse en su teléfono móvil, en las que se le informa de la situación de los bancos de medusas. Usted escribe el nombre de la playa y el sitio del mundo donde se encuentra y la aplicación le indica si allí hay medusas. Se llama Grumering. Además, en Cataluña se ha desarrollado otra bajo la denominación de Med Jelly y en Málaga es Infomedusas la aplicación a consultar si quiere darse un baño en las playas de esta provincia.
Aunque en Eivissa no se ha desarrollado ninguna herramienta informática en este sentido, el año pasado en la costa de Sant Josep se dispusieron unas redes que no dieron muy buenos resultados ya que provocaron la aparición de algas que daban un mal aspecto al agua y, además, cuando las corrientes eran fuertes, «las medusas se partían y los tentáculos seguían picando», según explica el biólogo del Consell, Jaume Estarellas.
Protección Civil
Y así lo confirma también Pepe Tur, de Protección Civil de Sant Josep, que asegura que en el principio de la primavera de este año ha sido especialmente alarmante el número de medusas que han arribado a nuestras costas, «hablamos con el Ayuntamiento porque si la cosa sigue así podemos tener serios problemas este verano aunque parece ser que el asunto está remitiendo», Por su parte, Estarellas explica que esto va a depender de las corrientes y del viento. «El año pasado tuvimos un verano tranquilo porque las corrientes y los vientos nos ayudaron, pero en alta mar había grandes bancos de medusas», dice. No obstante, Protección Civil de Sant Josep, que está realizando observaciones durante toda la primavera, tiene previsto adelantar a este domingo el dispositivo preparado para junio y «que revisará a fondo desde Salinas a Cala Bassa».
La solución la apuntan Estarellas y el técnico del GEN-GOB, Joan Carles Palerm: hay que acabar con el desequilibrio en el Mediterráneo. El mar se está tropicalizando por el aumento de materia orgánica en su composición, derivada de los vertidos orgánicos de los barcos y de las depuradoras, lo que hace que haya más plancton, que es lo que comen las medusas. Esto unido a que hay más peces competidores por la comida, «ya que la pesca intensiva ha roto la cadena trófica», y la falta de depredadores, como la tortuga o el atún, hace del Mediterráneo, hoy por hoy, un paraíso tropical para las medusas.
LA NOTA
“No se tiren al agua sin mirar”
Este es el mejor consejo que pueden dar los expertos, “ya que pueden caer en un banco de medusas”. No obstante, si le pica, si se rasque ni restriegue la herida, lávela con agua de mar y nunca con agua dulce. No utilice amoniaco ni alcohol, sino vinagre común disuelto. Además, si se queda adherida en alguna parte, retírela con pinzas o con algún objeto, como una tarjeta de crédito, que seguro tendrá más a mano. Luego coloque frío sobre la zona afectada durante 10-15 minutos en bolsas de hielo bien cerradas. Asimismo, para evitar la infección de la herida se aconseja aplicar sobre la piel un antiséptico.
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