Un grupo organizado de ‘piratas' del taxi ha comenzado a operar en el aeropuerto de Eivissa. El notable incremento en la llegada de pasajeros procedentes de países europeos –en abril aumentaron en un 50% los vuelos internacionales– y la falta de taxis regulares en momentos de mayor demanda –hasta el 1 de junio no se reforzará la flota de Sant Josep con los estacionales– alimentan la presencia de ilegales en es Codolar, antes incluso del inicio de la temporada alta.

Aunque el colectivo de taxistas reglados les tiene declarada la guerra, entre 8 y 12 ‘piratas' ya ejercen con alarmante impunidad en el aeropuerto, como ha comprobado PERIODICO de IBIZA Y FORMENTERA durante los últimos días.

Los ‘piratas' actúan de manera individual aunque colaboran en grupo. Conocen los horarios en los que hay presencia de agentes en los accesos a la terminal y, según denuncian varios taxistas, cuentan con chivatos en los alrededores que alertan de la llegada de agentes para abandonar el aeropuerto sin levantar sospechas.

La mayoría procede de Europa del Este. Se situan en la misma puerta de llegadas -en un punto muerto para las cámaras de seguridad- y en el recibidor de pasajeros, dentro de la terminal.

Entre sus clientes predilectos se encuentran británicos, holandeses y nórdicos; es decir, aquellos que manejan un mayor poder adquisitivo. Su manera de actuar es sencilla: ofrecen su servicio de ‘taxi', negocian un precio y acompañan a los clientes al coche tras sacar el ticket del aparcamiento.

Las administraciones y fuerzas de seguridad conocen su modus operandi y tanto el Govern balear como el Consell d'Eivissa, en coordinación con las policías locales y la Guardia Civil, han puesto en marcha un plan de inspección y un incremento de la flota de taxis que tiene por objeto arrinconarlos y mermar su actividad.

De hecho, el número de sanciones ha experimentado un notable crecimiento en el último ejercicio, como demuestran las cifras facilitadas esta misma semana por la máxima institución insular. Sin embargo, por el momento estas mafias siguen operando con bastante descaro en el área de llegadas del aeropuerto.

Las administraciones van a llevar a cabo una serie de controles y el Consell tiene previsto instalar (en julio o agosto) dos cámaras de seguridad en la entrada y salida del recinto aeroportuario para detectar matrículas y aumentar la presión sobre los ‘piratas'.

Preguntada al respecto, la consellera de Mobilitat, Pepa Marí, admitió que acabar con estas mafias «es complicado» porque, según indicó, «las leyes y las inspecciones están pensadas para comportamientos individuales.» «Aquí hablamos de cosas sistematizadas y organizadas» apuntó Marí, que «no constituyen un delito, sino una infracción adminsitrativa». «No puedes traer a la caballería, pero sí detectar estos comportamientos», precisó Marí, para lo que «será de gran ayuda» la instalación de cámaras de seguridad.