La reforma del puerto de Vila pasará a la historia de la ciudad como el proyecto más controvertido y debatido de la última década. Una historia interminable cuyo final todavía no está claro y que ha tenido un protagonista principal, la Autoritat Portuària de Balears (APB) en su papel de villano, y diferentes actores secundarios en forma de representantes políticos de las Pitiüses que han dado inesperados giros a este proyecto.

La necesidad de hacer una nueva ordenación del puerto ante el crecimiento de la actividad se materializó en el Plan Director del puerto de Eivissa redactado en el año 2004 que contemplaba el traslado de las operaciones portuarias a la zona de es Botafoc.

La construcción de la plataforma del nuevo dique que alberga hoy el tráfico de barcos con la península comienza en 2010, al mismo tiempo que el debate sobre la futura ubicación de las barcas con destino a Formentera.

En octubre de 2012, APB propone que el pasaje que viene de la Pitiusa menor pueda desembarcar en es Martell y que la carga lo haga en es Botafoc aunque, unos meses después, el Consell de Eivissa y Formentera acuerdan situar el tráfico entre las dos islas en los muelles comerciales y la construcción de una nueva estación marítima.

Una vez trasladado el tráfico entre Eivissa y la península en el verano de 2013 a es Botafoc, el centro del debate se situó en los usos de las antiguas andanas del puerto, cuyo futuro empieza a vislumbrarse como una zona libre de tráfico una vez descartada la construcción de un aparcamiento soterrado en es Martell.

Mientras tanto, la oposición en el Ayuntamiento de Vila recrudece su ofensiva contra los planes de APB y el gobierno del PP con presentación de una moción contra el edificio de es Martell. PSOE-Pacte, ExC, Epic y la ex alcaldesa popular y concejala no adscrita Marienna Sánchez-Jáuregui hacen valer su mayoría en el ayuntamiento para exigir a la institución portuaria que abandone el proyecto y acondicione este espacio como una plaza pública libre de edificaciones.

Este inmueble se convierte en el centro de la polémica, avivada por la intención del entonces responsable balear de puertos, Alberto Pons, de destinarlo a usos comerciales dirigido a los futuros clientes de la marina de lujo que se proyecta en los muelles del puerto viejo. Una opción finalmente descartada pero que da paso a otra reivindicación: la de los vecinos y comerciantes del puerto que piden que se habiliten plazas de aparcamiento en la zona.

Con diferentes frentes en contra, el Consejo de Administración de Autoritat Portuària aprueba la construcción del edificio de es Martell y el pliego de condiciones para la explotación de la marina entre es Martell y es Muro. Lo hace con el voto de todos sus integrantes, incluida la entonces alcaldesa Pilar Marí y en contra de la moción aprobada por el pleno municipal.

Los socialistas y toda la oposición municipal en bloque denuncian el poco respeto del PP por las decisiones aprobadas por la corporación. Recuerdan que APB no justifica la necesidad de un nuevo edificio de nueva construcción delante del mar cuando tiene edificios enteros de su propiedad en primera línea de la fachada marítima y acusan a la entidad portuaria de moverse únicamente por intereses económicos.

El cambio de gobierno tras las elecciones municipales de junio de 2015 inaugura una nueva etapa en el devenir de este proyecto atribuida por el nuevo equipo municipal al cambio de talante del nuevo responsable de APB, Joan Gual.

El propio Gual escenifica junto al alcalde de Vila, el socialista Rafa Ruiz, un nuevo acuerdo el pasado mes de diciembre con el anuncio de construcción de un edificio en es Martell con algunas variaciones al proyecto inicial como la incorporación de unas escalinatas y un mirador en lo alto para poder celebrar actividades. Ruiz justifica el cambio de posición de su partido argumentando que las obras de construcción del edificio estaban ya licitadas y no se podía dar marcha atrás y destaca que, con los cambios, se gana una plaza pública para la ciudadanía. Además, el nuevo proyecto introduce la retirada de las vallas del puerto para poder pasear sin trabas a lo largo de todo el puerto y un futuro aparcamiento en la avenida de Santa Eulària que atendería en parte las reclamaciones de vecinos y comerciantes del puerto y que será soterrado como reclamaba la oposición municipal.

La reforma del puerto se volvía a poner en marcha pero una vieja polémica que parecía ya superada entraba de nuevo en escena. La visita de Joan Gual y Rafa Ruiz a Formentera el pasado febrero para explicar el proyecto a los vecinos de la Pitiusa menor reavivó la contestación ciudadana al traslado del tráfico entre las dos islas a los muelles comerciales.

Un mes después, APB reunía a los presidentes de Eivissa y Formentera en el Ayuntamiento de Vila a instancias del alcalde para proponer la habilitación de un apeadero en es Martell, descartado tres años y medio antes, como solución intermedia para permitir que los pasajeros puedan en un futuro desembarcar a pie más cerca del centro de Vila. Una opción rechazada finalmente por el Consell Participatiu de Formentera y que, a día de hoy, todavía no ha sido consensuada con las navieras que no están obligadas a realizar esa parada.

La reforma del puerto sigue teniendo más de una década después varias incógnitas sin despejar que todavía pueden dar una vuelta de tuerca más a un proyecto que ya debería estar finalizado.

EL APUNTE

Los proyectos pendientes para culminar la reforma

La última vez que Autoritat Portuària anunció un calendario de actuaciones para acabar la reforma del puerto fijó el año 2018 como el del fin de las obras.

El primer paso será la construcción de un edificio en la plaza de es Martell cuya finalización estaba prevista para antes del verano aunque todo apunta que se retrasará unos meses.

Según este calendario, este mismo año empezarán las obras del aparcamiento de la avenida de Santa Eulària y la construcción de la estación de Formentera. La estación de es Botafoc será el último paso para la reforma portuaria y comenzará a hacerse en 2017.

Los momentos decisivos

FEBRERO 2013

Laestaciónde Formentera, a los muelles comerciales

Tras intensos debates sobre la ubicación del tráfico entre las Pitiüses, los Consells de Eivissa y Formentera eligen los muelles comerciales del puerto como solución de consenso. El presidente Jaume Ferrer dice que es la opción «menos perjudicial» para los formenterenses. Previamente, APB había propuesto separar la carga y el pasaje entre es Botafoc y es Martell.

ENERO 2014

La oposición de Vila contra el edificio de es Martell

La oposición del Ayuntamiento de Vila, PSOE-Pacte, ExC, Epic, junto a la concejala no adscrita Marienna Sánchez-Jáuregui suman sus votos para aprobar una moción contra la construcción de un edificio en es Martell y acondicionar este espacio como una plaza pública libre de edificaciones. Desde APB advierten que no aceptarán modificaciones sustanciales.

ABRIL 2014

APB licita las obras de construccióndeledificio

El Consejo de Administración de APB, con el voto de todos los integrantes incluida la alcaldesa popular Pilar Marí, aprueban la construcción del edificio de es Martell y el pliego de condiciones para la explotación de la marina entre es Martell y es Muro. APB marca el verano de 2016 como fecha para finalizar la reforma del puerto y la construcción de las dos terminales.

DICIEMBRE 2015

El nuevo equipo de gobierno pacta la reforma del puerto

Seis meses después de las elecciones, el alcalde socialista Rafa Ruiz pacta la reforma del puerto con el nuevo presidente de APB, que incluye el edificio de es Martell, la retirada de las vallas del puerto y un aparcamiento en la avenida Santa Eulària. El nuevo equipo de gobierno señala que el cambio de postura se debe a que las obras ya estaban licitadas.