ABLA cumple dos años de intercambios

«Empecé con esta iniciativa porque no encontraba planes divertidos para hacer en la isla y pensé que hacer lago así me divertiría mucho», explicó Valencia que, a pesar de su apellido, nació en Cádiz y hace tres años que vive en Eivissa. Este gaditano cree que una isla como Eivissa es un sitio ideal para crear este tipo de grupos, «he viajado mucho y he comprobado que estos intercambios son muy útiles no sólo por los idiomas sino para hacer amigos nuevos y Eivissa al ser un sitio pequeño y tan cosmopolita es el lugar perfecto para hacerlo, de hecho me extrañó que alguien no lo hubiera hecho antes ya», explicó Jimmy.

Las reuniones se hacen dos sábados al mes en lugares distintos, ya sea restaurantes o bares de copas, pero siempre diferentes, «pensé que no le pegaba hacer las reuniones siempre en el mismo lugar, así que cada dos semanas lo hacemos en sitios diferentes, también es una forma de dar a conocer locales distintos, dar a probar bebidas y comidas nuevas», indicó el fundador de ABLA. Además, en estos momentos está en conversas con Walking in Ibiza y Kayak Ibiza para hacer excursiones con ellos.

Las nacionalidades predominantes son la inglesa y española porque son los idiomas más solicitados, «pero también nos piden catalán, francés e italiano», comentó. Facebook es el instrumento con el que Jimmy convoca todos los encuentros.
Hace dos semanas celebraron el segundo aniversario de ABLA con una fiesta en el Malanga, fecha en que Valencia aprovechó para innovar: «En la fiesta de aniversario hice un Speed Dating pero con intercambio de idiomas, separé chicos y chicas y les di una pauta con preguntas sencillas con tres minutos de intervalo de conversación. Fue muy divertido, todo el mundo habló con todo el mundo y ahora ya no tienen vergüenza porque se conocen todos», aseguró. Jimmy explicó que de estos encuentros han salido varias parejas «aunque no me cuentan mucho», aseguró y explicó que no sólo puede encontrarse pareja sino que también es un buen lugar para hacer networking, «yo encontré trabajo gracias al grupo», comentó.

La gente acude puntual a los encuentros y así Jimmy tiene tiempo para repartir una pegatina a cada uno, «ellos vienen se presentan y les pido el nombre, los idiomas que hablan y los que le gustaría practicar, luego los presento o ellos mismo se van encontrando», aclaró, «viene una media de 40 personas por evento con edades que oscilan entre los 20 y los 50 años. Si han venido antes les pongo una estrella en la pegatina y si son solteros les pinto un corazoncito», explicó, «en realidad se trata de que encuentren excusas para hablar y entablar conversación», añadió.
Participar en las reuniones cuesta tres euros por persona y no se exige un nivel determinado de idiomas, «va desde el básico al nativo», aseguró el gaditano.

Valencia está muy contento porque hace poco que ha recibido el apoyo del Instituto de Idiomas de Ibiza, de la Universitat de les Illes Balears y de la Escuela Oficial de Idiomas, que promocionan ABLA entre sus alumnos.