Imagen del International Music Summit (IMS) que se celebró el año pasado durante tres días en el baluarte de Santa Llúcia. | ARCHIVO
El Ayuntamiento de Vila seguirá permitiendo la celebración de conciertos en el casco histórico de la ciudad pero, a cambio, aumentará las exigencias a las empresas organizadoras a la hora de conceder los permisos municipales pertinentes.
Según informaron desde el consistorio, el equipo de gobierno ha reformulado los criterios para gestionar las actividades culturales y musicales que se celebren en la zona Patrimoni de la Humanitat.
Temporada baja
El ayuntamiento valorará que los conciertos se programen fuera de la temporada alta. De hecho, de cara a la próxima temporada, el International Music Summit (IMS) cambiará su fecha. El año pasado se celebró en el mes de julio y este 2016 está previsto para el 27 de mayo. El baluarte de Santa Llúcia seguirá acogiendo este festival de música electrónica pero en lugar de hacerlo durante tres días, se reducirá a solo uno. El resto de los conciertos se harán en el Hard Rock Hotel.
Asimismo, el Festival de Jazz que organiza el Ayuntamiento de Vila pasará de celebrarse a mitad de temporada a hacerlo durante el mes de septiembre con el objetivo de promover la desestacionalización de los eventos. Fuentes municipales señalaron que con esta medida pretenden que todos los eventos no se concentren únicamente en una época de gran presión poblacional como es la temporada estival.
Por otra parte, el cumplimiento de las ordenanzas municipales también será más restrictivo. Las empresas organizadoras tendrán que pagar las tasas correspondientes de ocupación de vía pública y deberán hacerse cargo de los trabajos de montaje y desmontaje de sus instalaciones. Además, estos eventos no podrán alargarse más allá de las doce de la noche y los técnicos municipales harán sonometrías para controlar el volumen de la música, así como controles del aforo de los conciertos.
Desde el ayuntamiento se remarcó ayer que el objetivo «no era dejar de celebrar conciertos a Dalt Vila sino poner en marcha criterios restrictivos a la hora de conceder los permisos».
Varias empresas se han puesto ya en contacto con el consistorio para tantear la posibilidad de hacer conciertos en el casco histórico aunque de momento no hay ningún evento cerrado.
5 comentarios
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El IMS del año pasado se celebró en Dalt Vila el 21 y 22 de Mayo, no en Julio como indica el artículo. Haciendolo este año el 27 de Mayo se junta con en fin de semana de las aperturas, y ni siquiera consigue el 'pro' de alargar la temporada. Cuál es la tasa que paga el IMS al Ayuntamiento? Son conscientes en el Ayuntamiento de que están prostituyendo nuestro patrimonio a una empresa privada que vende las entradas a 50€ y gana miles en patrocinios? Quien se encarga de la limpieza post evento? Profundamente decepcionado con el Ayuntamiento de Ibiza por permitir esto. Que lean sus propias declaraciones del año pasado a ver si no se les cae la cara de vergüenza.
Si el Ayuntamiento es rehén de los contratos que dejó el PP preparados antes de perder las elecciones, el equipo de gobierno debería decir claramente a la ciudadanía cuál es la situación y qué supondría anular estos contratos inapropiados más allá de las elecciones. Y que se sepa qué cuesta al ciudadano esta prevaricación del PP. De lo contrario, ¿quién puede asegurarle al ciudadano de que no todos comen de la misma olla?.
Cuantos conciertos hizo y dejó preparados el PP antes de perder las elecciones? No sé de que os quejáis era y podría ser mucho peor.
Que mas da un poco de mierda mas en Dalt Vila no? que mas da otro atropello mas los vecinos? que mas da el abandono y degradación de una Ciudad Patrimonio? A quién le importa? desde luego no a este Ayuntamiento ya que gobierne quien gobierne da igual, ya que estos de la ensaladilla son tan propensos a los referéndums por cualquier chorrada, han preguntado nunca a los vecinos por el escándalo y molestias de la música o del Medieval?, no claro o sea que a joderse y aguantarse. PATETICO OTRA VEZ
El International Music Summit seguirá ultrajando el Baluart de Santa Llúcia y la ciudad Patrimonio de la Humanidad de Eivissa con el beneplácito del Ayuntamiento. El Ayuntamiento tiene la desfachatez de transgredir sus propias ordenanzas municipales, ya que, por su naturaleza, este tipo de música necesita de volúmenes estridentes que sobrepasan ampliamente cualquier legislación urbana y cualquier cálculo de sonometría. Ha de saber el alcalde y su equipo de gobierno que durante la ultima salvajada del IMS en Dalt Vila, los cristales vibraban y algún enfermo del corazón estuvo a punto del infarto y otros vecinos víctimas de episodios de ansiedad durante la tropelía municipal. Esto lo sabe muy bien el Ayuntamiento y decidió, al tomar posesión, suspender estos actos impropios en el patrimonio dejando solamente el concierto de Jazz acorde con la naturaleza cultural del entorno. Dice ahora el Ayuntamiento: “Desde el ayuntamiento se remarcó ayer que el objetivo «no era dejar de celebrar conciertos a Dalt Vila sino poner en marcha criterios restrictivos a la hora de conceder los permisos».” ¿Qué intereses hay detrás de este cambio de rumbo? Desde luego no los de respetar y mejorar nuestro Patrimonio de la Humanidad. La ciudadanía confía en las palabras del político, pero el político traiciona una y otra vez. ¡Qué decepción! Exmo. Señor Rafa Ruiz, mírese al espejo.