En la imagen, una de las calles del barrio de sa Penya cuyas casas deberán ser desalojadas a lo largo de los próximos 3 meses tras la autorización que el ayuntamiento recibió de los tribunales.

«Buscaremos una solución para cada familia desalojada de sa Penya». Es el mensaje que lanzó ayer Joan Ribas, el concejal de Benestar Social del Ayuntamiento de Vila sobre las consecuencias del desalojo de las viviendas ocupadas de este conflictivo barrio de Eivissa.

El pasado mes de enero, el Juzgado de lo Contencioso número 1 de Palma dio al Ayuntamiento de Vila un plazo de cuatro meses para efectuar el desalojo, así como la obligación de comunicar la medida a los afectados con 15 días de antelación.
En estos momentos, los departamentos de bienestar social, núcleo histórico y urbanismo del consistorio están trabajando de forma conjunta para realizar estos desahucios que, según señaló la concejala de Territori y Vies Públiques, Elena López, «todavía no tienen fecha».

Los responsables municipales están ya trabajando en organizar un equipo de actuación de unas dos o tres personas, formado por trabajadores sociales y psicólogos, que a lo largo de las próximas semanas visitarán a todas las familias afectadas con el objetivo de «conocer su situación, hacer una afiliación y elaborar un diagnóstico para encontrar una solución concreta a cada una de ellas porque no hay una varita mágica con la que se arregle todo», señaló Ribas.

Por otra parte, el consistorio ha contactado con la Fundación Secretariado Gitano en Madrid para recibir asesoramiento por parte de esa organización a la hora de plantear el desalojo de las viviendas. Según explicó el concejal de Benestar Social, han acordado que representantes de esta fundación vengan a Eivissa para aportar su visión de cómo afrontar esta actuación y determinar cuál es el mejor sistema para desalojar las viviendas ocupadas. Ribas recalcó que estos representantes no ejercerán de «mediadores» pero sí que aconsejarán al equipo municipal, dado que «tienen experiencia sobre lo que se ha hecho en otros lugares del estado en situaciones similares».

Joan Ribas, quien recalcó que el Ayuntamiento de Vila «se ha puesto en marcha desde el minuto uno», afirmó que el equipo que trabajará en el desalojo de sa Penya estará formado por «gente especial que se encargue las 24 horas del día a este tema complicado para el que no hará horario».

LA NOTA

Medidas para evitar nuevas ocupaciones

El Ayuntamiento de Vila está trabajando en estos momentos en elaborar un plan para cerrar las casas que se desalojen y evitar que se vuelvan a ocupar de manera inminente. Según explicó la concejala de Territori y vies Públiques, Elena López, los técnicos municipales barajan, entre otras medidas, tapiar las casas que se desahucien. López explico que estas medidas todavía se están estudiando.