El parquin de la discordia

Supone toda una aventura no sólo entrar sino también salir, porque además coincide con una curva en una carretera de mucho tráfico, que atraviesa el pueblo, y no hay ni un espejo que te permita avistar a los coches. «Apenas tienes visibilidad y, por eso, no sólo tienes que estar pendiente de los baches sino también de que uno no venga a toda velocidad conduciendo», añadió. Un problema al que se le suma una parada de autobús, que dificulta aún más la visión, dos contenedores de basura que quitan espacio y una masificación en verano de gente que, para colmo, hace que se estacionen coches en segunda fila.

Una situación de la que padecen también otros vecinos del pueblo, tal y como apunta una de las trabajadoras del mencionado supermercado, «muchos clientes se han quejado por el estado del estacionamiento. Nos dicen que la bajada está muy empinada, se resbalan con los carros. Trataron de arreglarlo pero solo echando grava por encima y cuando llueve se convierte en un barrizal». Del tránsito de los coches se va desgastando y a veces hasta incluso han tenido que llamar a la grúa para sacar algunos vehículos. «Deberían arreglarlo porque hay mucha gente que dice que no viene a comprar por el tema del aparcamiento», apuntó esta trabajadora.

Y aunque esta situación ha desatado la indignación de los vecinos, no puede señalarse a ningún culpable directo por el estado de este estacionamiento, pues el parquin no pertenece ni al Hiper Centro ni al Ayuntamiento de Sant Josep. Se trata de una propiedad privada cedida al uso público y que está pendiente de un plan para poder arreglarlo. «No es competencia directa del Ayuntamiento, pero además al estar a menos de 250 metros de la iglesia necesita tener aprobado un Plan Especial de Protección del Patrimonio (PEP) para poder realizar cualquier modificación», según indica Paquita Ribas, segunda teniente de alcalde del municipio josepí.

Es decir, que no se puede actuar en ese terreno sin la redacción de ese PEP que delimita el entorno en función de las características y morfología de cada Conjunto; primero debe ser aprobado para poder después desarrollar esa zona. «El Ayuntamiento ya lo ha encargado, a petición del propietario del terreno, y estamos a la espera de la aprobación», destacó Ribas. Después se tendrá que pedir una licencia, que ya corre a cargo del propietario, y será competencia del dueño el arreglarlo y el cómo hacerlo.