La pérdida de orina en nuestros animales de compañía es un problema bastante frecuente. Las causas que la pueden ocasionar son bastante variadas, dependerán de si nuestro perro es cachorro o adulto, si está castrado o no, si tiene problemas de socialización o de si padece alguna enfermedad.
Actualmente, nuestros animales de compañía han pasado a formar parte de lo que consideramos nuestra familia y ocupan un lugar muy importante en nuestras vidas. Viven dentro de nuestra casa, descansan sobre las alfombras, en los sofás y duermen en nuestras camas, por lo que la perdida de orina muchas veces supone un problema de convivencia muy grave para el propietario.
Hoy abordaremos esta problemática en los cachorros.
En los cachorros podríamos dividir los problemas de eliminación de orina en tres grupos. La debida a falta de hábitos de eliminación porque que aun no ha aprendido a controlarse, la causada por el escape de orina por un exceso de excitación , sumisión o miedo y las que son la consecuencia de malformaciones que impiden que puedan controlarse.
A partir de la tercera semana de edad, el cachorro comenzará a abandonar el nido o paridera que ocupa con sus hermanos para comenzar a orinar y defecar fuera de ella, lo hará aleatoriamente y no será hasta la novena semana cuando elija espontáneamente el lugar y la superficie sobre la que quiere hacerlo. En casa ,debemos de proveer un lugar para que pueda hacerlo voluntariamente y debemos comenzar una rutina de salidas a la calle, tres veces por día, para que el cachorro adquiera el hábito de hacer sus necesidades en la calle. Debemos de ser constantes y continuos en estas salidas porque el perro debe aprender que tres veces al día, más o menos a la misma hora podrá salir a la calle de paseo y podrá hacer sus deposiciones. Si él no tiene acceso a esta zona de eliminación o no le enseñamos a salir a la calle para hacerlo, asumirá que puede hacerlo en cualquier sitio. Hay que recalcar que el hecho de regañar al perro cuando nos encontramos un pipí o una caca en nuestra casa no sirve para corregir el comportamiento aunque el perro se muestre intimidado o compungido. El periodo de aprendizaje de estos hábitos de eliminación se puede prolongar hasta los seis meses, todo lo que supere esta edad lo consideraremos un problema y deberemos consultar con un especialista.
La micción por excitación normalmente ocurre en cachorros por una sobrexcitación a causa de juegos, recibimientos muy efusivos o prolongados, etc. En las que por el nerviosismo del perro se le escapan pequeñas cantidades de orina. El tratamiento a este comportamiento consiste en reducir la intensidad de los juegos o recibimientos e intentar acariciar o premiar al cachorro cuando esté tranquilo. En general conforme el perro va creciendo este problema va desapareciendo por lo que su pronóstico suele ser bueno.
La micción o eliminación por sumisión se presenta en cachorros con temperamento miedoso o que han tenido una mala socialización. Ocurre cuando se relacionan con el propietario u otros perros a los que consideran una amenaza por sus características físicas, por el tono de voz, por la forma de aproximarse, por los castigos aplicados anteriormente, etc. El tratamiento consiste en eliminar el castigo, no forzar las situaciones que produzcan miedo e intentar que el cachorro aprenda que nuestra presencia en buena premiándolo con pequeños trozos de comida apetitosa cuando nos acerquemos a él. Este comportamiento anómalo, con un manejo adecuado, suele desaparecer con la edad por lo que el pronóstico es bueno.
La pérdida de orina de manera continua, con goteo mientras camina o por tener la zona de la vulva o pene siempre húmedas, suele presentarse en los cachorros con malformaciones a nivel de los uréteres, se denominan uréteres ectópicos y ocurren cuando el conducto que sale del riñón y lleva la orina en vez de desembocar en la vejiga de la orina lo hace cerca de la vulva o del pene por lo que no queda retenida y el animal va perdiendo continuamente pipí. El tratamiento de este problema es quirúrgico, se debe identificar donde desemboca este uréter y recolocarlo en su posición correcta que, en este caso, será la vejiga de la orina.
En sucesivas entregas hablaremos de los problemas de eliminación en animales adultos y los asociados a enfermedades así como la eliminación causada por el marcaje territorial.
Al llegar el cachorro a casa debemos proveer un sitio para que el cachorro comience a hacer sus defecaciones, este sitio deberá estar en una lugar separado, de fácil acceso y tranquilo y se debe poder encerrar en el al cachorro si así lo deseamos. A partir de ese momento debemos enseñar al cachorro que ese será el sitio correcto para hacer su pipí y estimularlo a hacerlo en esa zona.
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