Las acciones se enmarcan dentro del Plan de Cooperación Municipal firmado con el Consell en 2015.
Según han informado desde el Consistorio, la actuación más destacada ha sido la instalación de una barrera de protección mixta, de madera y acero, de 338 metros de longitud, en la circunvalación de la Iglesia de Sant Miquel.
Se trata de la única vía de acceso al Puig de Missa que actuó a modo de cortafuegos en el incendio que afectó la zona este verano.
El concejal de Vías y Obras de Sant Joan, Andreu Roig, ha explicado que este tipo de barreras armonizan con el ecosistema donde se han instalado y además, "cumplen todas y cada una de las exigencias técnicas en seguridad vial", ha incidido.
"Hemos colocado una barrera especial diseñada para zonas de interés ecológico que tiene un interior de acero de máxima protección, pero que está forrada de madera para ofrecer un aspecto más natural. Creemos que visualmente resulta más agradable que el habitual guardarrail metálico", ha resaltado.
Igualmente, el Ayuntamiento ha instalado tres reductores de velocidad en el Port de Sant Miquel y que al mismo tiempo tienen función de paso de peatones "en respuesta a las demandas de los vecinos y empresarios de la zona", según ha dicho el regidor.
Por otra parte, los usuarios del transporte público de Sant Miquel disponen también desde hace unas semanas de una marquesina en la parada de autobús situada en la calle principal para poder cobijarse de la lluvia o del sol y hacer así más cómoda la espera.
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