Se trataba de comprobar si los productos se encarecían durante la semana de Navidad y el resultado no deja lugar a dudas: los precios de los productos más demandados en estas fechas en el Mercat Nou de Vila, salvo algunas excepciones, se mantienen sin grandes cambios.
A principios de diciembre, algunos propietarios de las diferentes paradas se quejaban de que el mercado estaba «muerto». Todos esperaban un aumento de las ventas tras el pistoletazo de salida de la Navidad y, aunque el número de clientes ha aumentado visiblemente esta semana, aseguran que esto no se ve reflejado siempre en las ventas.
Sandra Abella, de Pescados María Rosa, es la más pesimista. «Cada año bajan más las ventas. Este año, de hecho, es un poco más flojo que el pasado. Nada que ver con lo que vendíamos hace años», señala. Los clientes miran mucho antes de comprar pero, a pesar de todo, esta semana hacen una excepción y compran sobre todo gamba langostinera, mejillones y almenjas y algunos incluso gamba roja. Cada persona se suele gastar de media entre 60 y 80 euros pero, según asegura Sandra, «antes se gastaban de cien euros para arriba».
Una de las que miran cada euro que saca del bolsillo es Dolores. «Solo voy a comprar unas gambitas porque los precios son muy caros». Aún así, reconoce que, durante las Navidades, «se hace un esfuerzo» y esta noche preparará una sopa de marisco y un picoteo con gambas y almejas.
Los clientes esperan su turno en los puestos. Prefieren comprar el marisco en el último momento. Solo algunos previsores dedicen comprar semanas antes el pescado y congelarlo. Uno de los que más ha subido de precio es la cola de rape. Se ha encarecido más de diez euros por kilo en los últimos días. Es la única excepción, asegura Rita Rus, de la pescadería Casa Rata. «Con la crisis los precios se mantienen. Antes cuando la gente tenía más dinero sí que solían subir».
María Marí, de Pescados y Mariscos Oliver, tampoco está demasiado satisfecha pero reconoce que el día de Nochebuena es el día del invierno que más se trabaja y espera que hoy las ventas se animen. Los dueños de las pescaderías se quejan del nivel de ventas pero lo cierto es que no tienen apenas ni un minuto para atendernos. Esperando para combrar unas gambas está Cati Ribas, una clienta de Vila que viene acompañada de su madre y que ha querido comprar un día antes los productos de la cena para una decena de personas cuyo plato principal será pollo pagès relleno al horno. Cati no es de las que mira antes los precios: «En Nochebuena hacemos una cena extraordinaria y nos estiramos».
Los comerciantes más optimistas están en otras secciones. Joan Tur, de Frutas Juanito, asegura que «las ventas se han animado hace dos días y mañana (por hoy) esperamos estar a tope». Con el mismo ánimo está el carnicero Toni Colom. Han vendido ya 50 animales, sobre todo cordero y pollos pageses. Tiene la parada llena de gente esperando, cada uno de los cuales se gasta de media lo mismo que otros años, unos 40 euros.
«Estamos mareados y con hambre», explica con una sonrisa. Dice que estos días trabajan tanto que, por las noches, cuentan pollos en lugar de ovejitas.
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