Sant Antoni ‘pilla' 12,5 millones

La cantidad más importante cayó en la peña sevillista de Sant Antoni, donde se vendieron 100 décimos del número 12.775 (125.000 euros por décimo), que fue el segundo premio. En total, 12,5 millones de euros y, entre los agraciados, estaban la diputada del PSIB, Silvia Limones, quien explicó que usará el dinero para «ahorrar y tapar agujeros». Este número fue madrugador, tan solo habían pasado poco más de diez minutos de las nueve. A Francisco Verdugo le llamó su mujer poco después y le anunció que les había tocado el segundo premio, algo que al principio le costó creer. «No me lo podía creer. Esto nos va a servir para tapar pozos, no agujeros, lo que yo tenía eran pozos», reía el entonces agraciado premiado. «En casa nos ha tocado a mí, a mi mujer, a mi suegra, a mi madre y a mi tío. Sin duda vamos a pasar unas navidades diferentes, vamos a ir a la Puebla», aseguró.

La alegría era desenfrenada en el bar de Paco Calilo, quien también fue agraciado con un décimo y aseguró que «este año, después de treinta y siete años sin cerrar en Navidad lo vamos a hacer al menos tres o cuatro días para celebrarlo con la familia».

El cava corrió desde bien pronto y al grito de «¡este año nos vamos todos al Rocío!», los asistentes coreaban el número premiado y daban saltos de alegría. Como Miguel Álvarez, a quien por la mañana le había llamado «uno del Betis» y le había anunciado la buena nueva. «Con el dinero vamos a comprar algo para casa y lo vamos a repartir con los niños», aseguró a la vez que no podía esconder su emoción.

Y es que el premio estuvo muy repartido y tocó a mucha gente en Sant Antoni, casi todos trabajadores de clase media a quienes les costaba llegar a fin de mes. Como Pilar Moreno, que no tiene trabajo y que actualmente cobra el subsidio por ser mayor de 52 años. «Nos ha tocado a las seis hermanas que somos, tres décimos entre todas». O Manuela, quien se jubiló en octubre y dice que «voy a hacer un viajecito y a disfrutar de la jubilación».

La suerte también estuvo repartida en el municipio de Vila. En la administración número 2 faltaban pocos minutos para las diez y media de la mañana cuando los pequeños de San Idelfonso cantaron el cuarto quinto premio, el 71.119, y fue entonces cuando Cristina Molina y Lina Suñer se miraron y se dijeron: «Ese lo hemos vendido aquí». Cristina recordó que les llegó la última semana de noviembre: «Era un número muy bajo, de los raritos o feos pero mira, todos pueden tocar», señaló la propietaria de la administración que tiene más de 70 años de vida. Lina Suñer explicó que han vendido una serie, 10 décimos premiados con un total de 60.000. Por las fechas, se vendió por ventanilla a vecinos de Eivissa, apuntaron dos risueñas Cristina y Lina que ayer celebraron que habían repartido suerte brindando con cava. Y recordaron que el año pasado ya repartieron 6 millones de euros con un quinto premio y 400.000 euros en el 2012.

La suerte de la lotería también cayó en una vecina de Sant Antoni que trabaja en Moniberic. «Cuando me llamaron para decírmelo, primero no me lo creí y después te da un subidón total», señaló Pilar Martelo, quien ayer trabajaba «más alegre todavía» junto a sus jefes. Se repartirá junto a sus amigas Encarni e Inés un décimo del segundo premio. Los más de 30.000 euros los destinará a «algún capricho pero sobretodo a la entrada para comprarme un piso. Me ha cambiado la vida. Me hacía mucha falta porque muy pronto tenía que abandonar la casa donde estoy alquilada y con esto se te abre el cielo», apuntaba Pilar, quien brindaba junto a Ivonne y Carlos al tiempo que recibía las felicitaciones de los amigos y clientes. Otro cuarto premio, el 71.119 también se vendió en un despacho receptor de Pere Francès que acababa de abrir sus puertas en Eivissa y que repartió 80.000 euros con cuatro décimos vendidos de este número. En total, más de 12,6 millones de euros que harán que la alegría de los afortunados perdure más allá, sin duda, de las fiestas navideñas.