La maquinaria del servicio prácticamente ya está instalada. Foto: ARGUIÑE ESCANDÓN

La concesionaria del servicio de radioterapia, la UTE formada por Policlínica Miramar y Juaneda, comenzará, a partir del miércoles de la semana que viene, las reuniones con los servicios sanitarios del hospital Can Misses para coordinar la puesta en marcha del servicio. «Vamos a hacer reuniones con los servicios médicos del hospital, oncólogos, urólogos, ginecólogos, dirección medica y enfermería, para establecer los circuitos de trabajo, como se derivan los pacientes, los días de los comités de tumores, la historia clínica, las agendas, es decir la organización funcional del servicio», dijo ayer el director gerente de la UTE, el doctor Fernando Barturen. El miércoles, el día 9, se incorpora al equipo el medico radioterapeuta del servicio con el que empezarán la ronda de contactos.

Barturen mantiene que «se siguen cumpliendo con los plazos, el 17 entregaremos la documentación al Consejo de Seguridad Nuclear y la solicitud de inspección final, pero mientras hay muchas cosas médicas, esto no es un fotomaton, hay pacientes de Eivissa que se tratan en Palma o están programados; tenemos que reunirnos con los servicios, para ver qué pacientes hay, en qué fase están, cuáles son los que los están programados en Palma, qué nuevos tratamientos hay y cuando lo empezamos. Todo esto hay que empezar a hacerlo esta semana», dijo.

En estas reuniones con los especialistas médicos, definirán los tratamientos y los pacientes que comenzarán a recibirlos en Eivissa. «Nosotros vamos a hacer un servicio al servicio del hospital, nos reuniremos con los especialistas y vamos a buscar lo mejor de los pacientes», dijo el doctor Fernando Barturen.

Mientras tanto se trabaja en los pormenores de la instalación y comprobación del acelerador lineal, uno de los pasos más complejos por las pruebas que se han de realizar en esta máquina que se instaló a mediados de noviembre y está calibrada por Varian, la empresa que la hizo. «Ahora tenemos que hacer la aceptación de la máquina, revisar con un protocolo estandarizado, ir comprobando que todo es como dice Varian», explicó.

Comprobaciones

Esas comprobaciones del acelerador lineal son mecánicas, radioterapica y de imagen. El jueves terminó la comprobación mecánica, entre el viernes y el miércoles de la semana que viene se hará la dosimétrica, la que estudia los haces de radioterapia, y el jueves se hará la comprobación de imagen. «Con esto emitimos un certificado de que la máquina está calibrada y ese el último documento de radioterapia para entregar al Consejo de Seguridad Nuclear».

El martes de la semana que viene, en pleno puente de la Constitución, llega el TAC, «es mucho más sencillo, llega, se instala y en un día se comprueba y se recepciona». Una vez se instala el TAC, se solicitará la inspección visual del Consejo de Seguridad Nuclear, a la delegación balear, que ha de dar el visto bueno para tratar a los pacientes. «La inspección del Consejo es un día, pero tienen que decirnos cuando vienen», apuntó. Además, las pruebas de blindaje del búnker para el acelerador se hicieron el viernes pasado y salieron bien.

A la espera de la instalación y pruebas del TAC, «que será en dos días», la maquinaria para el servicio ya está casi instalada. «No hemos interferido para nada en el funcionamiento del hospital. Hemos hecho una obra muy importante en un plazo muy pequeño», apostilló Barturen.

El APUNTE

Problemas para encontrar vivienda

Ni siquiera el personal contratado para el nuevo servicio de radioterapia de Can Misses se libra de los problemas de encontrar una vivienda en Eivissa. El jueves se incorporó a la plantilla un radiofísico formado en Son Espases que, de momento, no encuentra piso para alquilar en Eivissa y vive en un hotel. “Está desesperado”, comenta Barturen. Otras de las contrataciones que se han hecho han sido la del médico radioterapeuta, que comienza el miércoles junto a dos técnicos especialistas en radioterapia. Aún falta por incorporar personal de enfermería, auxiliar y algún técnico, una plantilla de unas siete personas, a la que habrá que sumar las sustituciones por vacaciones. Durante estos días de comprobaciones del funcionamiento del acelerador, Juaneda cuenta con un segundo radiofísico, que se ha desplazado estos días como apoyo.