El exconcejal Nacho Rodrigo, en su última etapa en el Ayuntamiento de Eivissa. | Redacción Local

La jueza del Juzgado de Instrucción número 3 de Eivissa, Carmen Martín Montero, ha dictado el sobreseimiento provisional de las diligencias y el archivo de las actuaciones en relación a la querella presentada por el exregidor del PREF en el Ayuntamiento de Vila, Ignacio Rodrigo, por un presunto delito de revelación de secretos en relación a las conversaciones vía whatsapp entre diferentes miembros del equipo de gobierno de Pilar María que PERIÓDICO de IBIZA Y FORMENTERA publicó.

En su auto de 15 de octubre, la magistrada considera que los hechos esgrimidos por el denunciante en la querella no suponen ningún delito de revelación de secretos. Martín Montero asegura que «sin negar la realidad de lo publicado, no consta ningún acto ilícito de apoderamiento de los mensajes difundidos», y añade que la divulgación de los los mensajes de whatsapp «estaría amparada por el concepto de interés público, tanto por el contenido de los mensajes como por la condición de los integrantes del grupo de whatsapp».

La resolución de la jueza no es firme y frente a ella cabe recurso de reforma a interponer en un plazo de tres días y/o recurso de apelación en un plazo de cinco días, de los que dará cuenta, si se presentan la Audiencia Provincial de Balears.

‘Verano azul'

Este rotativo publicó el 16 de julio de 2014 que Pilar Marí, entonces alcaldesa de Vila, reclamaba a sus regidores tiques y facturas de su teniente de alcalde, Lina Sansano, para socavar su imagen. Al día siguiente salieron a la luz los mensajes que demostraban tal hecho, así como otros en los que se calificaba a la propia Sansano y a la exalcaldesa Sánchez-Jáuregui de «sumeres». Todo esto se tramaba en el grupo llamado ‘Verano azul', formado por varios de los miembros del equipo de gobierno, incluido la alcaldesa.

Tampoco se salvaban de las críticas los presidentes del PP de Eivissa y de Balears, Vicent Serra y José Ramón Bauzá. «Me fastidia el silencio del presidente insular pero conociendo al santo ya sabemos qué milagro nos podemos esperar», comentaba Alejandro Marí, exportavoz municipal. Al que contestaba la mismísima Pilar Marí: «Vicente [Serra] nos ha vuelto a traicionar y Bauzá nos da la espalda». Acorralada por el escándalo, Pilar Marí se vio obligada a presentar su renuncia como alcaldesa. Junto a ella también lo hicieron los concejales Juan Mayans, Alejandro Marí y Rai Prats, quienes pidieron a Pilar Marí que reconsiderara su decisión pero que fueron obligados a dimitir por José Ramón Bauzá, quien se desplazó hasta Eivissa para intentar controlar la situación.

Precisamente, Prats fue propuesto por el PP para recoger el testigo de Marí, pero su apoyo a la exalcaldesa frenó su candidatura. Tampoco prosperó la de Mar Sánchez, que rechazó la propuesta de su partido.

No obstante, quien se llevó la palma fue Nacho Rodrigo, el miembro más activo del grupo ‘Verano azul'. Una vez cumplido uno de los objetivos de este grupo –ni más ni menos que echar a Sánchez-Jáuregui de la alcaldía– la estrategia se centró en vilipendiar y mantener al margen del núcleo donde se tomaban las decisiones importantes a Lina Sansano y la responsable del áres de Deportes Mar Sánchez. Rodrigo se encargaba de verter comentarios soeces y machistas contra Sánchez, que también fueron jaleados por su compañera del PREF y nunca censurados por la entonces alcaldesa.

Finalmente, el Partido Popular encontró su candidata en el número 14 de la lista electoral. Virginia Marí Rennesson, hija del expresidente del Consell d'Eivissa i Formentera Antoni Marí Calbet, aceptó dejar su trabajo como inspectora de pesca en la máxima institución insular y formar gobierno en minoría tras la expulsión de los dos ediles del PREF del equipo de gobierno.