El Ayuntamiento de Santa Eulària informó ayer que sancionará a los propietarios de viviendas alquiladas a turistas que permitan la celebración reiterada de fiestas que supongan una molestia para los vecinos.

Hasta ahora, el Consistorio sancionaba a los que alquilaban las casas, pero se ha decidido ampliar esta acción para garantizar de forma más efectiva el descanso de los vecinos, ante el incremento de casos en los que los ocupantes de la vivienda realizan celebraciones que superan los niveles de ruidos y provocan molestias a los residentes y visitantes.

Actualmente, el Ayuntamiento tiene cuatro expedientes motivados por este tipo de infracciones cometidas en las últimas semanas, que se encuentran en diferentes estados de tramitación.

El Ayuntamiento denunció este fin de semana la celebración de una fiesta privada en la zona de Cala Llenya, donde se realizó una sonometría, y ha abierto un expediente sancionador a una vivienda de la zona de Jesús, en la que la semana pasada se celebró una fiesta privada que provocó varias llamadas a la Policía Local. Los agentes instaron a los ocupantes a bajar la música, aunque no hicieron caso y tampoco les dejaron entrar en la vivienda.

También se encuentran en tramitación otros expedientes por otras fiestas celebradas en las zonas de Puig d'en Valls y Jesús

El Consistorio anunció que ha intensificado el control contra los excesos de ruido no solo en viviendas sino también en establecimientos de ocio y hoteles del municipio para evitar las molestias a los residentes.

Multas

Precisamente, ayer informó de que ha multado a dos establecimientos hoteleros de la zona de es Canar por haber excedido los límites permitidos de ruido en sus actividades. Estas sanciones se basan en los resultados de las sonometrías efectuadas en dos hoteles, que también deberán instalar medidas correctoras para evitar que su actividad genere molestias e impida el descanso de residentes y visitantes.

Una de las multas impuestas asciende a 12.000 euros, mientras que en el otro caso, la sanción se ha reducido a la mitad de dicha cantidad después de que el negocio ya haya aplicado medidas y limitadores de sonido.

El Consistorio también ha reclamado a un establecimiento de la zona de Cap Martinet que deje de celebrar de forma regular fiestas en sus instalaciones, ya que no cuenta con la licencia necesaria. Tras el plazo de 10 días de alegaciones y en caso de no respetar la resolución municipal, aseguraron que se podría llegar a decretar el precinto y cierre de los equipos.