Andreu Ferrer, Miquel Vidal y Miquel Jerez, ayer compareciendo ante la prensa en la sede del PP de Eivissa. | DE

El Partido Popular de Eivissa elegirá a su próximo presidente entre esta y la próxima semana. Así se anunció después de la reunión que ayer mantuvieron en Eivissa los presidentes de las juntas locales y cargos públicos de la formación con el nuevo presidente del PP balear, Miquel Vidal, y su secretario general, Andreu Ferrer.

Vidal deja en manos del comité de dirección y el comité ejecutivo la decisión final: «Respetaremos la voluntad de Eivissa, como siempre se ha hecho, seguro que será la mejor persona». Sin embargo, Vidal no quiso valorar el nombre de Andreu Roig ‘Pardalet', presidente de la junta local de Sant Joan, que parece la persona de más consenso dentro de la formación conservadora. «Como entenderéis, no puedo ni debo avanzarme al comité de dirección ni al comité ejecutivo», señaló Vidal.

Provisionalidad

No obstante, el presidente del PP balear aseguró que no necesariamente el nombre que salga elegido ocupe el cargo de forma interina, como es su caso. «La provisionalidad que se puso fue en unas circunstancias muy concretas, en las que no se vivía un momento de bonanza dentro del partido y teníamos que encontrar un presidente de consenso hasta el próximo comité regional, pero los comités insulares no tienen por qué regirse por las mismas premisas».

El portavoz del PP de Eivissa, Miquel Jerez, añadió que «la provisionalidad llega hasta el congreso, sin ningún perjuicio de ejercer su derecho a presentarse y a ser elegido por la militancia».

Derrota electoral

Miquel Vidal y los representantes del PP ibicenco analizaron los motivos de la derrota electoral del mes de mayo. «Lo que nos ha pasado esta legislatura es que se ha priorizado salir de la crisis y se ha dejado un poco al margen a las personas. Tampoco hemos sido capaces de transmitir a los baleares que hemos hecho lo correcto para no tener resultados más negativos, y así nos ha ido», aseguró Vidal.

El presidente del PP balear no cree que la ralentización de la salida de Bauzá pase factura: «Han sido dos meses de zozobra pero, una vez pasados, todos a una».