El sistema de aire de esta residencia se divide en dos partes, una de las cuales está rota desde el año 2008 y desde hace dos años «ha generado más problemas».
Santiago explicó que necesitan 200.000 euros que no están presupuestados para poder subsanar estos fallos y deficiencias del sistema de refrigeración: «El coste para cambiar las piezas y la infraestructura es inicialmente de 200.000 euros para garantizar que funcione adecuadamente; este dinero no está presupuestado y tenemos que buscar en diferentes partidas presupuestarias para poder sumar 200.000 euros y empezar el trámite de la contratación», precisó la consellera d'Afers Socials, quien se mostró realista al asumir que no será un trámite que se pueda desarrollar muy a corto plazo: «Yo no quiero engañar a la gente y no quiero generar falsas expectativas. Tiene que salir a concurso público, abrirse un expediente administrativo, se tienen que hacer las obras....si todo va bien las obras podrían empezarse pasado el verano. El objetivo es arreglarlo de manera definitiva y que el verano que viene los residentes no vuelvan a tener este problema».
Mientras llega la solución definitiva, el Ejecutivo autonómico impulsa «soluciones para paliar este problema», que consisten en programar más actividades en las zonas comunes donde sí hay aire (entre ellas, el comedor principal), además de «comprar más ventiladores para aliviar las noches y que puedan dormir mejor».
«Somos conscientes de que el aire acondicionado es necesario en un sitio como Can Blai, pero acabamos como quien dice de aterrizar y es una obra que se tendría que haber hecho en invierno para tenerlo todo listo en verano», explicó la consellera Fina Santiago.
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