De hecho, el precio del parking ya se ha tratado en otras reuniones del Consejo de Salud, un órgano consultivo y de participación ciudadana y comunitaria que se constituyó en diciembre de 2011. «Se puede rescatar como servicio no sanitario, pero se han de pagar muchos millones para que ese servicio sea público», dijo ayer un portavoz del Área de Salut, acerca del contrato con la concesionaria que ha hecho las obras del hospital. Asegura que se han tomado algunas medidas como «facilitar el parking gratuito a las personas más sensibles y la puesta en marcha de bonos».
Las tarifas del aparcamiento no es el único inconveniente de los usuarios, sino también que no hay un acceso directo del parking al hospital, un gran problema para los acompañantes y los enfermos que van al hospital.
Respecto a este tema, la Gerencia del Área de Salut de Eivissa y Formentera ya lo planteó cuando se estudiaron los modificados del proyecto. «Fue una de las cosas que se analizó al retomar el proyecto al principio de la legislatura, pero se priorizó la parte asistencial y, además, la suma era muy elevada», aseguran desde la Gerencia. Otra cuestión que también se planteó entonces era una reforma del antiguo hospital.
Una vez construido el nuevo hospital, la empresa concesionaria ha ido asumiendo los servicios no sanitarios del hospital y uno de ellos ha sido el parking. Antes de la construcción, el parking era gratuito y empezó a ser de pago tras la puesta en marcha del centro sanitario en el que se aumentaron de manera considerable las plazas. El precio elevado de aparcar en Can Misses y los inconvenientes para acceder al hospital desde el parking han generado muchos inconvenientes entre los pacientes y los acompañantes.
2 comentarios
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El doctor Cros es además de un gran médico, una excelente persona. Dicho esto, en cuanto al tema de los edificios públicos en Eivissa, siempre hay problemas. Y estos problemas siempre tienen el mismo origen, que no es otro que la arrogancia, prepotencia y chulería de nuestros mediocres representantes y administradores públicos; es decir: los políticos. Tanto en la cuestión del CETIS, como en la construcción de la residencia geriátrica de Can Blai, como en el nuevo hospital de Can Misses, y un largo (larguísimo) etc, en lugar de hacer éstos lo más sensato y razonable que cualquiera mínimamente preparado sería lo que haría, a saber: consultar a los profesionales y usuarios, (los primeros porque han de trabajar allí todos los días, y los segundos por que han de hacerlo servir) a fin de que sea lo más práctico posible, dentro del presupuesto establecido, y una vez hecho esto, darle las premisas al arquitecto para que elabore el proyecto; ¿qué hacen? Pues hacen “de su capa un sallo”, dado que se deben a compromisos tanto partidistas, como “de otras índoles”, que no solamente no benefician a la ciudadanía, sino que la perjudican. El resultado no es otro que el malbaratamiento de los caudales públicos, y construcciones que generan problemas tanto a los profesionales, como a los usuarios. Esta forma de hacer política, se tiene que acabar.
Después de una semana acudiendo al hospital todos los días, me pregunto si el aparcamiento es rentable, dada la escasa ocupación que tiene. Sin embargo, los alrededores están saturados de vehículos. Si bajara los precios, seguramente la concesionaria obtendría mas beneficios y los vecinos de la zona no tendrían tantas dificultades para aparcar.