El Gobierno destina 10 millones a la red de saneamiento de la nueva depuradora de Vila

El pasado mes de marzo, el president del Govern en funciones, José Ramón Bauzá, y el conseller de Medi Ambient, Gabriel Company, viajaron a Eivissa para anunciar que la actual depuradora de Vila (de 1985) se sustituiría finalmente por una nueva instalación que está previsto que se ubique en sa Coma y que tiene capacidad para dar servicio a una población de 140.000 personas. El tratamiento de las aguas será terciario, no primario como el que hay ahora, por lo que mejorará el tratamiento de las aguas residuales.

En cuanto a los plazos de construcción, el Ejecutivo autonómico actual prevé que, una vez que se adjudiquen los trabajos que calculaban que podría ser a finales de año, las obras de construcción durarán dos años.

Sin embargo, tras las elecciones del 24 de mayo el futuro de la depuradora de Vila está en el aire, pues Podemos (con quien el PSOE debería pactar para formar un gobierno de izquierdas) ya advirtió que querían buscar una nueva ubicación que no fuera sa Coma para la nueva depuradora debido a los impactos medioambientales en esa ubicación (en sa Coma hay una cota de 110 metros, por lo que se hará necesario una estación de bombeo para llevar las aguas residuales de la ciudad hasta esa altura).

Además de destinar 10 millones a la red de saneamiento de la nueva depuradora, el Gobierno aprobó por 12 millones la contratación conjunta y ejecución de las obras correspondientes al estudio de impacto ambiental de la nueva depuradora de es Mercadal (Menorca), así como los colectores y el emisario submarino terreste de Addaia.