El bartender cántabro que trabaja como responsable de coctelería en el prestigioso Hotel Me durante la preparación de algunos de los combinados que se pueden disfrutar en este establecimiento de s’ Argamassa.

Álvaro Martín es un joven de 31 años natural de Laredo, un pueblo de Cantabria, que lleva haciendo cócteles de forma profesional desde hace diez años y que es el actual responsable de coctelería del prestigioso Hotel Me de s'Argamassa.

Por ello, es capaz de preparar los más complicados y sabrosos combinados en un breve espacio de tiempo. Algo que quedó demostrado durante su participación este lunes en la final balear del World Class Competition que se celebró en Atzaró. Para los profanos en la materia, este concurso se trata del certamen de mixología más importante del mundo como demuestra que se celebra en 54 países con más de 15.000 bartenders participantes, un programa de televisión con difusión en más de 152 países y una comunidad de Facebook de más de 108.000 fans.

Fusión de dos libros

Concretamente, en la fase de Eivissa tomaron parte siete bartenders llegados desde Eivissa, Mallorca y Menorca, y que lucharon por conseguir el puesto que permite competir por el título al Mejor Bartender de España y ser el representante de nuestro país en la Final Mundial.

Sin embargo, no fue fácil. Cada participante tuvo que preparar un combinado que uniera dos libros, uno referente al mundo de la coctelería y otro genérico. Así, Álvaro Martín escogió The Bar Book de Jeffrey Morgenthaler y El principito de Antoine de Saint-Exupéry, en homenaje a su hijo de siete años, y con ellos creo Spring Essence. «La intención era hacer una mezcla de culturas y que el combinado reflejara dos iniciaciones, la de un bartender que comienza en este mundo y la de un niño que está empezando a desarrollarse en la vida», explicó ayer el propio Martín a este periódico.

Una idea que plasmó en menos de siete minutos con una auténtica obra de arte para los sentidos a base de ginebra Tanqueray, coñac Grand Marnier, puré de cerezas casero, sirope de camomila y pomelo, clara de huevo, zumo de lima para equilibrar y sirope de rosas. Y todo ello presentado como si fuera un jardín onírico en una copa de champán y un bote de perfume junto a una hortensia blanca. Casi Nada.

Aún así, Álvaro Martín no consiguió la victoria. El ganador final fue el representante menorquín Andreu Genestar.