Los alumnos de Sant Antoni atienden las explicaciones del catedrático Rafael Maldonado. | Toni Escobar

Un centenar de estudiantes de los institutos Quartó de Portmany y Sa Serra de Sant Antoni participaron ayer en el coloquio ‘Parlem de Drogues', celebrado en el Centro Cultural Cervantes, y visitaron la exposición del mismo nombre comisariada por el catedrático de Farmacología de la Universidad Pompeu Fabra, Rafael Maldonado, en colaboración con la Fundación la Caixa.

Los estudiantes, que ya han recibido formación en los centros educativos y han visitado la muestra, ubicada en el Passeig de ses Fonts, expusieron sus inquietudes relacionadas con las drogas y preguntaron a Maldonado sus dudas al respecto. Destacó la preocupación de los adolescentes sobre los efectos inmediatos del consumo de sustancias estupefacientes y la concepción del cannabis como sustancia terapéutica y no como una droga.

Al respecto, Maldonado recordó que todas las drogas «afectan y deforman el circuito del placer y apagan la corteza cerebral», lo que hace al individuo «incapaz de controlar el consumo de la droga». Según el científico gaditano, la droga «secuestra» esta parcela del cerebro y nos hace «esclavos».

El experto se mostró contrario a catalogar las drogas de ‘duras' y ‘blandas' ya que «todas son capaces de producir alteraciones en el cerebro» y su grado de destrucción «dependerá de la droga en sí, pero también de la persona y de otros muchos factores». El catedrático sí reconoció que la heroína «puede matar de una sobredosis», pero recordó que el alcohol «a largo plazo puede producir una demencia parecida al Alzheimer» o que una persona que consume cannabis «puede padecer un día una psicosis». Maldonado alertó del efecto devastador de las drogas cuando «se consumen en edades muy tempranas».

Una de las cuestiones que más inquietan a los alumnos son los efectos del cannabis y la marihuana. En este sentido, durante el coloquio se expuso que España es el segundo país del mundo donde más se consume esta sustancia entre los 13 y los 15 años –solo por detrás de Canadá– algo que, según estos los mismos estudios, explica que España tenga el porcentaje más alto de jóvenes entre 15 y 19 años que ni estudia ni trabaja.

Sobre los efectos del cannabis, Maldonado indicó que tiene la facultad de «desinhibir a la persona» y avisó del peligro de «perder la capacidad de controlar la conducta». Algo que puede derivar, según alertó, «en relaciones sexuales no deseadas o sin protección».