Según el concejal de Hacienda y Turismo, Vicent Ribas ‘Mestret', uno de los objetivos principales de esta legislatura ha sido sanear las cuentas del consistorio «para que el próximo equipo de gobierno se encuentre una situación financiera que le permita hacer inversiones» y devolver la confianza en la administración a los empresarios. «Ahora pagamos a nuestros proveedores a 27 días, dentro de los límites que marca la ley», apuntó ayer el regidor ‘Mestret'. De hecho, hace cuatro años el ayuntamiento portmanyí contaba con 11,7 millones de deudas a proveedores, prácticamente el 61% del total de las obligaciones que entonces tenía el consistorio. Ahora, sin embargo, de los 10,1 millones solo 1,025 millones pertenecen a pagos pendientes a los suministradores de servicios, es decir, el 10%. «Nos hemos acogido a todos los planes para pagar a proveedores que el Gobierno central a puesto en marcha gracias a que cumplimos todos los requisitos y hemos convertido el dinero que debíamos a los particulares en deuda a los bancos», explicó Vicent Ribas. La deuda viva o bancaria del Ayuntamiento de Sant Antoni ha pasado de 7,6 al 9,2 millones en la última legislatura, una cifra que supone 393 euros para los 23.359 habitantes del municipio portmanyí.
Menos deudas, menos inversiones
El concejal responsable de las cuentas municipales aseguró que el esfuerzo llevado a cabo para poner al día las arcas ha impedido al equipo de gobierno llevar a cabo las inversiones que le hubiera gustado. «El país no estaba para eso sino para sanear las cuentas», aclaró ‘Mestret', quien también quiso destacar que «la deuda que había era porque en Sant Antoni se habían hecho muchas inversiones como los centros sociales en cada parroquia, las pistas polideportivas de Can Coix o el paseo marítimo».
Con todo, el equipo de gobierno ha aprobado para este año 20115 unas inversiones por valor de 4,3 millones de euros.
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