Según han informado fuentes municipales, se trata de un trabajo delicado, que requiere de una intervención especializada y cuidadosa y de la que se ha encargado una empresa experta en la eliminación de pintadas en las paredes a través de un chorro de carbonato de calcio, un procedimiento rápido y no nocivo para las piedras que conforman la muralla.
El restaurador encargado del mantenimiento general de los espacios museizados de Dalt Vila ha determinado que se trataba de una pintura indeleble y que era preciso eliminarla con un sistema adecuado para la muralla, por lo que se ha optado por este procedimiento, supervisado por el propio restaurador y ya probado en anteriores ocasiones.
Desde el Consistorio han hecho un llamamiento a la responsabilidad y civismo de los ciudadanos para que situaciones como ésta no vuelvan a producirse, ya que no sólo afectan a los espacios públicos sino que, en este caso, también dañan los bienes patrimoniales de la ciudad y han animado a los vecinos a denunciar estos actos de vandalismo para que, entre todos, la ciudad sea más limpia y agradable.
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