La exalcaldesa de Vila, Marienna Sánchez-Jáuregui, durante la entrevista concedida a este periódico. | (c) Sergio G. Canizares

La exalcaldesa de Vila, Marienna Sánchez-Jáuregui, se muestra aliviada después de que un juez la haya exonerado de cualquier culpa penal en el caso de la publicidad institucional. Sánchez-Jáuregui reconoce errores, pero arremete contra los miembros del grupo de whatsapp ‘Verano azul', a quienes achaca no tener catadura moral.

—¿Qué siente después de que la Justicia haya archivado su causa sobre la publicidad institucional?

— Como se puede imaginar, estoy muy contenta; he sentido naturalmente un gran alivio cuando después de dos años de estar criminalizada, difamada y durante los cuales se ha intentado por todos los medios desprestigiarme, por fin un juez dice que actué de buena fe; que no obtuve beneficio económico alguno y que sí lo hice en interés de los ciudadanos. Como la memoria histórica es corta, permítame que retroceda un poco en el tiempo y que le recuerde dos circunstancias importantes de mi comienzo como alcaldesa que jugaron un papel fundamental en el origen y desenlace de los hechos que hoy, afortunadamente, han quedado resueltos.

—Explíquese...

—La primera de ellas es cuando la candidatura del Partido Popular encabezada por mí ganó las elecciones del 2011 por mayoría absoluta, después de doce años. Es decir, tres legislaturas de gobiernos de izquierda (partido socialista y sus coaligados), me encontré con un Ayuntamiento donde se había consolidado un entramado de intereses. Asimismo, me encontré con asuntos de gran calado y trascendencia que dejaron sin resolver; me estoy refiriendo al Cetis, a la zona azul, al Colegio de Sa Bodega, las contratas de Agua y Basuras, las sociedades públicas ITUSA e IMVISA, entre otros, y un endeudamiento casi equivalente al presupuesto anual del Ayuntamiento que en aquel momento ascendía a unos 50 millones de euros.

—Y parece que su entorno tampoco le acompañaba...

—Sí, precisamente quería comentarle que la segunda circunstancia fue la lista que me acompañó. Le tengo que confesar que de esta lista solo dos personas fueron personalmente elegidas por mí (Lina Sansano y Mar Sánchez) que nunca me fallaron. El resto del equipo me fue propuesto por el partido; y aquí cometí mi primer error, porque como han demostrado a posteriori los hechos, dichas personas no fueron leales ni hacia mi persona, ni hacia el proyecto por el que nos otorgaron la confianza y, por tanto, tampoco lo fueron con los ciudadanos y ciudadanas de este municipio que nos votaron. Por lo tanto, al hilo de lo anterior, como se puede imaginar, prácticamente desde el principio batallé con los importantes problemas existentes en un contexto donde el equipo que debía apoyarme en este quehacer, remaban en otras direcciones que distaban mucho de ser la de trabajar por los intereses generales.

—¿Con este archivo, de alguna manera, se ha reparado el daño que se le ha hecho?

—Mire el daño que se me ha hecho tanto a mi como a mi familia, no se puede reparar. Aunque ahora el auto del juez confirma que no hubo acción delictiva alguna, no se pueden volver atrás las mentiras las ignominiosas palabras que se han dicho sobre mi persona, los ríos de tinta en forma de toda clase de editoriales que el Diario de ibiza y otros han vertido sobre este caso y, de manera casi obsesiva sobre mi. Con la publicación de los whatsapp ya se demostró que todo fue un complot para obligarme a dimitir como alcaldesa sin ningún motivo objetivo, pero, en cambio ya no he vuelto a ser alcaldesa, aunque durante este tiempo me he sentido, y ahora más que nunca, la alcaldesa de derecho.

—¿Volvería a actuar de la misma manera?

—No, por supuesto que no. He analizado muchas veces la experiencia vivida y tengo que reconocer y asumir, con mucho pesar, que he cometido errores y que de alguna manera estos errores han impedido que pudiese cumplir mi compromiso con la ciudadanía que me otorgó en su día la confianza. Desde que fui candidata a la Alcaldía tuve mucha ilusión en hacer del municipio de Eivissa un lugar donde se viviera mejor, con mayor calidad de vida en todos los sentidos; en definitiva, tenía muy presente lo que decían los filósofos griegos que la responsabilidad del político era hacer felices a los ciudadanos. Por ello quiero pedir humildemente perdón por no haberlo conseguido.

—¿Y con el tema de la publicidad institucional cree que cometió algún error?

—Con respecto a este tema quiero destacar lo más importante, que el juez ha dictado un auto afirmando que no hubo conducta delictiva en mi actuación, que no hubo aprovechamiento económico alguno, que se actuó en beneficio de los ciudadanos e incluso que el medio utilizado fue el adecuando al ser gratuito. Evidentemente, hubo errores en la tramitación administrativa; al respecto, quiero recordar que el expediente de publicidad institucional del que hablamos fue administrativamente aprobado por una comisión de economía, previo informe de la interventora de la Corporación; y quiero recordar también que cuando supe que dicho expediente podía tener irregularidades, ordené que se sacara del orden del día del pleno, con la finalidad que lo analizasen los técnicos jurídicos y económicos del Ayuntamiento.

—Durante las semanas que duró la polémica, ¿se sintió respaldada por el Partido Popular?

—Sinceramente no, porque le tengo que recordar que fueron las personas de mi equipo de gobierno que formaron parte del complot para forzar mi dimisión, y en aquel momento fueron apoyados por los dirigentes del Partido

—¿Le defraudó alguien del Partido Popular?

—Un partido político es un ente formado por muchas personas. En aquel momento me defraudaron especialmente algunas de ellas; el tiempo ha acabado dándome la razón.

—¿Por qué era tan incómoda usted?

—En el pleno de mi dimisión ya le dije a cada uno lo que entendía que les había movido a forzar mi dimisión (ambiciones políticas e intereses ocultos e inconfesables). Aquí también el tiempo me ha dado la razón.

—¿Le ha llamado alguien del PP para felicitarla o para pedirle perdón?

—Debo decirle que cuando pasó todo aquello me quedé en la más absoluta soledad. Fueron poquísimas las personas que estuvieron apoyándome. Y ahora sí que me han llamado muchas personas del partido para mostrarme su solidaridad y decirme que confiaban en mí. También ha habido quien me ha pedido expresamente perdón.

—¿Alguna persona del grupo de los whatsapp le ha pedido perdón?

—Sí, también algunas personas que intervinieron en los whatsapp lo han hecho.

- ¿ Le ha defraudado alguien, siente rencor?

- No soy rencorosa, afortunadamente. Lo que a veces es bueno acordarse de las cosas. Tengo la teoría de que la vida pone a cada uno en su sitio y, en este caso, lo está haciendo pronto. Lo que si he echado de menos en estos días es una rectificación pública de aquellos dirigentes del Partido Popular que en su día forzaron mi dimisión al amparo del caso de la publicidad institucional.

- En el último pleno acusó a la exalcaldesa socialista Lurdes Costa de haber gastado en publicidad institucional durante su mandato cuatro millones de euros, y la invitó a que dimitiera. ¿Por qué?

- Le cuento. Cuando salió el auto de sobreseimiento estuve leyendo los comentarios que hicieron cada uno de los grupos, y me quedé sorprendida con las declaraciones de alguno de ellos. Por ejemplo el señor Villalonga, de EPIC, que no estaba de acuerdo con el auto del juez. Y también me sorprendió que la señora Costa dijera que había tenido suerte porque había salido pronto el auto y me había ido con una regañina, y que el dinero público se había utilizado mal, cuando el juez ha dicho que no había habido ninguna actitud delictiva. El juez no habla en ningún momento de que se haya utilizado mal el dinero público ni que los servicios no se hayan prestado (pese al mantra que constantemente no dejan de repetir tanto el Diario de Ibiza como algunos grupos participantes en el complot), ya que hay un informe que indica que sí que se han prestado y nadie lo ha contradicho.

- Y usted le pidió a la portavoz socialista que dimitiese…

- Cuando la sra. Costa dice que el dinero se utilizó mal, entiendo que está justificando su participación el el complot, porque ella dijo que me habían echado los de mi equipo de gobierno pero la comisión de investigación la formaban todos los grupos políticos, y los que precisamente manipularon el informe de conclusiones fueron los socialistas. Lo que le digo a la señora Costa es que no sea demagoga, porque aquí hablamos de 70.000 euros y ella, según documentos oficiales, en los cuatro años de su mandato se había gastado solo en publicidad institucional casi cuatro millones de euros. Y de ese dinero, bien a través de agencias de publicidad o directamente, los que se habían llevado casi el 80% eran el Diario de Ibiza. Además, hay otro documento oficial del secretario de la corporación, que dice que sólo se habían firmado expedientes de contratación por valor de 200.000 euros. Si ella es coherente con sus declaraciones, también debería dimitir.

- ¿El caso termina aquí o quiere pasar cuentas con los que se lo han hecho pasar mal?

- Estoy estudiando con mis abogados si alguna de estas actuaciones que han tenido conmigo puede ser constitutiva de algún tipo de responsabilidad civil, penal o administrativa.

- ¿Se le han quitado las ganas de meterse en política para siempre?

- (Se ríe) Creo que sí. Aunque en el mundo de la política nada es definitivo.