Esta semana ponemos el acento en el pescado local, coincidiendo con la campaña que presentó hace unos días el Consell en favor de las variedades capturadas en nuestras aguas en forma de un amplio repertorio de las recetas más tradicionales de la cocina pitiusa que incluyen el pescado en sus platos.

Según algunos de los comerciantes del Mercat Nou de Vila, la iniciativa ha tenido un gran éxito -los libretos se agotaron en la mayoría de puestos el primer día- y eran muchos los clientes que solicitaban algún ejemplar de este recetario.

"Han venido muchos clientes pidiéndolo, ya que una gran parte de la gente no conoce las recetas", comenta la pescadera Carmen Moya.

En su puesto encontramos pescadilla de Eivissa -a entre 14,90 y 18,90 euros el kilo- y gerret -8,80 euros. También vemos gatons, sepia -a 19,90 euros- y rajada. "Son pescados más bien baratos que tienen bastante salida", apunta Moya.

Para ocasiones más especiales también ofrece roja a 38 euros: "La pagamos a 35 euros, es muy cara porque hay poca y se pesca en llaüt", añade.

Unos metros más allá, en la pescadería de Conchita Cardona, Teresa, que no come carne pero sí pescado, siempre compra variedades ibicencas: "A veces es más caro pero también es más bueno", explica. Suele consumir merluza o palangre -"depende del bolsillo", afirma- aunque ayer hacía una excepción y compraba cigalas -a 38 euros el kilo- para celebrar un cumpleaños.

En otro pasillo, Joan ha venido desde Puig d'en Valls para comprar gatons. "Han abierto un gran supermercado cerca de casa, pero allí hay muchas colas y prefiero venir al mercado, donde hay más variedad". Ayer se llevaba un kilo de gatons para hacer coca. "Hago de vez en cuando, también gerret frito o pescados más buenos para guisados", señala.

Le atiende Mª Luisa, del puesto Carmen Fiona, quien destaca la venta de gató, gerret, salmonetes, rajada -a 11,90 euros- y llucets. "El pescado de aquí está muy valorado -indica la pescadera- y nos han pedido mucho el librito de recetas para hacerlas en casa".

Otra pescadería especializada en producto local es el puesto de Conchita Cardona. Su marido, Joan Curt, que también atiende a los clientes, explica que "hay mucha gente que tiene manía al pescado de piscifactoría y que prefiere el pescado propio de aquí".

Sin embargo, lamenta que entre las nuevas generaciones haya poca curiosidad por las recetas tradicionales: "Tenemos una clientela muy fiel de gente mayor, alguna vez viene algún joven y pregunta, pero no demasiados", afirma. Entre las variedades locales, destaca la morralla para hacer sopas y caldos, el gerret, la roja, la rascasa -que tiene bastante espina- y el gallo. "Ahora es tiempo de gerret -añade- y empieza la temporada más fuerte de sepia, que alcanza su esplendor entre febrero y marzo". Haya o no abundancia, el precio no variará: "Los gastos de los pescadores son elevados y mantienen un mismo precio durante todo el año", explica Curt mientras atienda a Vicent, un ibicenco que suele inclinarse por el pescado local. "Compro habitualmente pargo, moll o rape, si es de aquí, porque es más sabroso, aunque si no hay alguna vez compro pescado de fuera", reconoce.