El primer establecimiento abrirá sus puertas a finales del próximo mes de marzo, ocupando los 800 metros cuadrados del antiguo plató de Intereconomía, situado en un edificio propiedad de Mutua Madrileña, en el Paseo de la Castellana 36.
Se trata de un proyecto «en el que llevamos ya un tiempo trabajando y que nace con vocación multinacional», explicó a EFE Matutes Prats, que también ocupa el cargo de director general de Palladium Hotel Group.
Para Matutes Prats, es un «orgullo» contar dentro de esta nueva «aventura», que nace al margen del grupo presidido por su padre, con accionistas de referencia como los mencionados, a los que se sumarán en cada destino algunos socios locales.
Es una matriz que va a ser accionista mayoritaria en todos los Tatel del mundo porque el proyecto prevé la apertura del segundo local de la marca en Miami (EEUU) a finales de 2015, mientras los socios buscan una localización en Ibiza, donde tienen «una franca predisposición» a desembarcar en verano de 2016.
Para los siguientes Tatel, los socios están buscando localizaciones en Londres, en el noreste de EEUU y Los Ángeles, y no descartan en el futuro estar presente también en ciudades españolas como Barcelona o Marbella (Málaga).
A ello se suma un proyecto en Dubai, que «se está moviendo bastante y puede ser que estemos allí pronto», añadió el directivo, según quien, los Tatel serán restaurantes de cocina principalmente española. Por eso, «buscábamos tres socios de referencia de la marca España» como los que finalmente se han adherido.
Matutes Prats matizó que sus restaurantes no van a ser «nouvelle cuisine», aunque sí una cocina moderna «en la que siempre va a haber también un toque internacional, pese a darle mucha importancia a los platos más conocidos de la cocina española».
El directivo está convencido de que el primer Tatel se convertirá en el mejor restaurante de Madrid, pero «no va a ser ni mucho menos de los más caros de la capital». El precio medio para cenar será de entre 45 y 55 euros.
El proyecto de la marca Tatel surgió cuando «nos dimos cuenta de que ahora mismo la cocina española está muy de moda en el mundo y aunque en cada ciudad hay un par de restaurantes muy buenos, ninguno se repite entre ciudades». Los grupos tienden a crecer con varias marcas diferentes en la misma ciudad, explica.
En caso de Tatel, «siempre va a ser el mismo nombre y una cocina muy similar» y el estilo que imita los elegante locales de los años veinte de EEUU, «con un poquito de toque canalla de la época de la ley seca», precisó.
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