Por otro lado, las fuertes rachas de vientos que soplaron desde la noche del sábado causaron desperfectos leves en distintos puntos de la isla, como es el caso de la carpa de Sant Jordi, en la que se soltó algún cabo que sostenía la lona principal y empezaron a volar varios objetos, algunas sillas entre ellos. La policía local de Sant Josep intervino en esta incidencia, quedando resuelta antes del mediodía.
Asimismo, también se constató la caída de alguna valla de señalización de obras, que quedó rápidamente subsanada por los agentes de la policía local.
Por su parte, los bomberos también intervinieron en una vivienda de Eivissa, donde se había soltado un toldo, y tuvieron que cortar una rama en el paseo Matutes porque golpeaba con una farola. Además, parte del tejado de un almacén situado en Can Nadal, en Santa Eulària, voló unos metros quedando colgada a unos cinco metros de altura una pieza de chapa de 12 por 6 metros que tuvo que ser retirada en grúa por los bomberos.
El fuerte viento no aflojó hasta avanzada la tarde, cuando algunas nubes cubrieron parcialmente el cielo y soltaron algún leve chubasco. La Agencia Estatal de Meteorología había decretado para ayer domingo la alerta amarilla en las Baleares, con fuertes vientos de componente norte que podían llegar a los 80 kilómetros/hora.
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