Perdices y becadas eran las piezas más codiciadas y puntuadas en la prueba reina de la caza balear.

Tras 12 años de ausencia, el Campeonato Balear de caza menor y de becadas volvió ayer a Eivissa con triunfo además para un cazador local.

Antoni Serra Segarra, de la Sociedad de Caza de Sant Antoni, se impuso en la primera de las modalidades, sucediendo al también ibicenco Antoni Roig ‘Malacosta', presidente de la delegación insular de esta actividad deportiva, que conquistó el título hace un año en tierras mallorquinas.

Serra se proclamó vencedor ayer en el coto de Sant Josep al reunir cuatro conejos, dos perdices y una paloma torcaz en una jornada marcada por la intensa lluvia, el fuerte viento y el frío.

Por otra parte, el triunfo en becadas se lo llevó el mallorquín Martí Escandell Mir.

Prueba reina

Esta es la prueba reina de caza a nivel autonómico y no se celebraba en Eivissa desde 2002. Tras su victoria el año pasado, ‘Malacosta' -que el próximo 16 de enero será el representante balear en el campeonato de España de caza menor- no se contentó con la merecida recompensa individual, sino que además solicitó a la Federación Balear de Caza que este año se disputara la competición autonómica en la mayor de las Pitiüses, idea que fue bien recibida y aprobada de inmediato.

El fuerte temporal que atizó ayer las Pitiüses desafió a los 56 participantes (41 de Mallorca, 10 de Eivissa y 5 de Formentera), que no se amilanaron ante las fuertes lluvias y vientos que arreciaron a lo largo de toda la jornada y que concedieron escasos momentos de tregua.

La organización no se planteó la suspensión de la cita, aunque algunos cazadores lamentaron que el mal tiempo afectaría al desarrollo de la misma. “Las presas, aunque se muestren más dóciles, también se refugian más y, a causa de la lluvia, a los perros les cuesta mucho seguir su rastro”, comentaba uno de ellos.

A todo ello se añadió la incomodidad de recorrer el monte bajo unas condiciones muy adversas, aunque los amantes de la cinegética «estamos hechos de otra pasta», afirmaba otro entusiasta cazador.