Comprar fresco en Sant Antoni

Una de sus vendedoras, Carmen Costa, explica que algunas frutas tienen que traerlas de la Península pero que casi todas las verduras vienen de su propio huerto, y que en este caso los alimentos «están tirados de precio». «Este mercado nos ayuda a vender los productos sin necesidad de intermediarios, así podemos ofrecerlos más baratos», puntualiza María Costa, la más veterana del grupo. La frutera María Ramón añade que cambian los precios cada día según lo que hayan recogido: «Por ejemplo, ahora vendemos 2 kilos de naranja clementina por un euro porque tenemos mucha en nuestros árboles y además está buenísima».

Pero no sólo se puede encontrar fruta y verdura. Frutos secos, hierbas culinarias, miel, aceite y huevos frescos que proceden de las propias gallinas de las vendedoras, son otras de las opciones. También pisto y mermeladas de manzana, pera, ciruel y tomate que la vendedora Maria Ribas elabora con fruta del tiempo de manera artesanal: «Normalmente lo vendo a 2,95 euros el frasco de casi un quilo y se lo lleva mucha gente que valora que sea natural y no lleve químicos», explica. Un último producto no comestible cuelga de los rincones de casi todos los puestos: las esponjas vegetales exfoliantes. Proceden de una planta llamada lufa y además de exfoliar, reactivan la circulación y previenen la celulitis. Éstas son más suaves y cuidan mejor de la piel que las sintéticas, y aunque son más caras (tres euros en el Mercat Pages), su duración es mayor, ya que no se rompen con tanta facilidad.