Agentes de la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil de Madrid, en colaboración con la policía de Suiza, detuvieron la pasada madrugada en la isla a tres personas, una de ellas un guardia civil destinado en el aeropuerto de Eivissa, por presunto tráfico de drogas, extorsión y pertenencia a grupo delictivo organizado. Tras ser arrestados, los tres sospechosos fueron trasladados por los agentes de la UCO a Madrid, donde serán puestos a disposición de la Audiencia Nacional.

Estos tres hombres, todos de nacionalidad española, fueron arrestados sobre las tres de la madrugada, después de que unas horas antes aterrizara en el aeropuerto de Eivissa procedente de Suiza un jet privado en el que había una gran cantidad de cocaína. Al parecer, en esta operación se habrían intervenido decenas o incluso centenares de kilos de cocaína.

Los investigadores sospechan que los receptores de la droga eran los dos presuntos narcotraficantes detenidos y que la misión del agente de la Guardia Civil arrestado era la de asegurar la recepción del cargamento. No obstante, toda la información sobre este asunto se está manejando con un gran hermetismo y una gran cautela, por lo que para conocer con exactitud todo lo ocurrido habrá que esperar a que el Ministerio del Interior informe sobre el caso de forma oficial.

Traslado

Los arrestados fueron trasladados directamente a la Audiencia Nacional, sin pasar antes por el juzgado de guardia de la isla, porque se trata, presuntamente, de una trama delictiva de carácter internacional.

La detención de estas tres personas se produce después de que el martes de la semana pasada fueran arrestados otros dos agentes de la Guardia Civil también destinados en el aeropuerto de Eivissa, en aquella ocasión por robar, presuntamente, 8.000 euros pertenecientes al príncipe de Arabia Saudí Abdulrahman Bin Mossad Abudalziz Al Saud.

Dos mil euros se los habrían exigido a un empleado del aristócrata árabe que fue sorprendido por estos dos agentes en el aeropuerto de la isla con 47.000 euros cuando se disponía a viajar a París, según explicó el denunciante, que asegura que los funcionarios le pidieron el dinero para evitar que acabara en prisión. Los otros 6.000 los hurtaron, supuestamente, en un descuido del empleado del príncipe, que, al parecer, trabaja en la embajada de Arabia Saudí en la capital francesa. En consecuencia, a estos dos agentes de la Guardia Civil se les imputa la presunta comisión de los delitos de cohecho y hurto.

Los dos agentes fueron puestos el jueves de la semana pasada a disposición del juzgado de guardia, que en esa ocasión se trataba del Juzgado de Instrucción número 1 de Eivissa.

Su titular, María Luisa Bustillo Gandarillas, les tomó declaración y, tras escuchar sus explicaciones, les dejó en libertad con cargos, si bien adoptó, como medida cautelar, la retirada de los pasaportes y la obligación de comparecer en los juzgados de Eivissa con carácter semanal.