Las activistas y artistas, ayer, en Vara de Rey, donde posaron durante unos minutos antes de iniciar el recorrido. | (c) Sergio G. Canizares

Laia es una joven ibicenca de 18 años que, pese a la oposición de su madre, participó ayer en la performance convocada por la activista y artista Jil Love contra las prospecciones petrolíferas y sus efectos en el medio ambiente y en la población. «Le comenté a mi madre que quería participar y me dijo que como lo hiciera me iría de casa. No sabe que estoy aquí», explicó Laia, que unida con Elena, tania, María, José y Jil Love recorrieron las calles de Eivissa para protestar contra los sondeos petrolíferos que se hicieron el año pasado y que afectaron al mar balear.

Protesta

La de ayer fue la segunda acción de protesta de Jil Love contra las prospecciones, pues en febrero también simuló un vertido de petróleo en Talamanca. «Estamos imitando de nuevo las consecuencias que tendría un vertido de petróleo. Queremos decir no al petróleo y sí a las energías renovables. Creo que hay implicación de la población, pero sí que veo que los ánimos están un poco decaídos porque existe la sensación de que hagas lo que hagas acabarán haciendo lo que quieran. Pero pienso que hay que hacer algo, hay que salir a la calle, ejercer tu derecho a la libertad de expresión y no quedarnos en casa», explicó Jil Love ayer en Vara de Rey, donde se concentraron desnudas y cubiertas de una mezcla de aceite, colacao y harina que simulaba ser petróleo y sobre la que llevaban pegados billetes manchados de crudo. En una gran cesta, peces muertos manchados también con petróleo que fueron repartiendo durante su recorrido. Ya en Vara de Rey, las jóvenes despertaron el interés de muchos turistas que se acercaron a preguntar por qué estaban protestando y que se paraban a hacer fotos de las jóvenes.

Entre ellos estaba Elena Sandovici, una profesora de Ciencias Políticas de Texas (Estados Unidos) que está escribiendo un libro sobre las protestas sociales y su difusión a través de las nuevas tecnologías. «Dedicaré un capítulo de mi libro a la protesta de Eivissa contra las prospecciones petrolíferas», destacó Elena, que entró en contacto con Jil a través de Facebook.

Tras pasar por la Plaza del Parque y detenerse en el centro de la misma, donde más curiosos se hicieron fotos y animaron a las jóvenes a seguir con su protesta contra las prospecciones, continuaron hacia el Mercat Vell. Allí recibieron aplausos de los turistas que paseaban por la zona y los comerciantes les ofrecieron agua y café para poder continuar más tarde con el recorrido. «La respuesta de la gente está siendo muy positiva; nos encontramos con personas, sobre todo turistas, que no saben que hay empresas que quieren buscar petróleo aquí», explicaban las chicas durante la pausa.

Encuentro

Con Dalt Vila de fondo, dejaron atrás el Mercat Vell para adentrarse en algunas de las princicpales calles del puerto, donde turistas y residentes continuaron haciéndose fotos con las activistas. Durante el recorrido por Bartomeu Rosselló y acompañadas por gritos de «¡Ibiza dice no!» continuaron hacia la sede de la máxima institución insular. Allí, a las puertas del Consell d'Eivissa, lanzaron los peces muertos manchados por petróleo y se tumbaron para simular las consecuencias que un vertido de crudo puede tener sobre la vida.

El presidente del Consell d'Eivissa, Vicent Serra, y la consellera de Mobilitat i Medi Ambient, Pepa Costa, salieron a recibir a las activistas: «Estamos en contra de las prospecciones y lo seguiremos demostrando de manera muy activa y si hace falta recurriremos a la vía judicial. Europa y Madrid saben cuál es nuestra postura», explicó Serra. Jil Love apuntó al presidente del Consell d'Eivissa que con la protesta de ayer pretendían «reforzar la lucha y despertar conciencias porque hay gente que no sabe que se quieren hacer prospecciones cerca de Eivissa» y se disculpó por no haber informado a la máxima institución insular de que llevarían la protesta a las puertas del edificio institucional.

«Es importante la sensibilización social porque no es lo mismo ir a Madrid o a Europa sólo con papeles o con 100.000 firmas que demuestren que están en la misma línea de rechazo que nosotros», concluyó Serra. Tras su charla con el presidente del Consell, Jil Love agradeció que Serra «saliera a dar la cara y a explicarse. Me ha dado confianza y parece que está con nosotros en esto», concluyó.