Según han informado desde el Consell, el estudio se ha centrado en el tercer ciclo de primaria y ha sido realizado en colaboración con varios ayuntamientos de la isla.
El informe se ha basado en la creciente presencia entre los jóvenes de instrumentos como la telefonía móvil, Internet o las redes sociales. Alvite ha dicho que las iniciativas del CEPCA suelen estar destinadas a mayores de 12 años, «aunque las hemos tenido que ampliar a los 10 años, ya que se considera una edad vulnerable en cuanto al uso de las tecnologías y ya se pueden establecer bases para asentar buenas conductas».
El estudio presenta recomendaciones para los padres de los pequeños, puesto que «la situación de unos padres analógicos y unos hijos digitales puede presentar ventajas, pero también muchos riesgos».
Alvite ha destacado la importancia de no imponer una actitud prohibitiva, sino de acompañamiento, interesándose por lo que hacen los pequeños y formando parte de sus inquietudes tecnológicas. Además, ha recordado que es ilegal que los jóvenes se abran un perfil antes de los 14 años «por lo que falsifican su edad, muchas veces con la autorización de sus padres».
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