—Llegó el verano ¿ha notado el cambio?
—Sí, claro, y es un cambio muy importante. Hay tres Eivissas, el invierno el intermedio y el verano.
—¿Le ha sorprendido?
—Ya había estado aquí anteriormente y sabía que venía mucha gente, pero la verdad es que sorprende, porque la diferencia es grande y hay que afrontarlo con una perspectiva diferente.
—En las últimas semanas se ha detectado varios robos con fuerza y también alguno con violencia.
—Lo que vaya a decir ahora no va consolar en absoluto a quien sea víctima. Tengo que decir que cada vez que hay hecho delictivo, un robo, es como si a mí también me robaran, y a todos nosotros. No obstante, quería decir durante estos ocho primeros meses del año, y aunque no damos cifras más que en algunas fechas concretas del año, ha habido un descenso significativo tanto en los robos en domicilios como en establecimientos, en torno a un 15%, más o menos. En los robos con violencia estamos casi empatados [con el año pasado], creo que perdemos un poco, pero lo que pasa es que también contabilizamos como robos con violencia algunos hurtos de gente que cuando la descubren se enfada y acaba degenerando en un robo con violencia, y también asuntos de chavales que se quitan sus cosas y se califican así. Pero los más graves no han aumentado.
—¿Qué estrategias de trabajo están siguiendo?
—Nos hemos orientado, desde que llegué yo aquí, en sacar más agentes a la calle, y lo hemos conseguido. Creo que se han dado cuenta tanto la ciudadanía como los medios. Hemos intentado eliminar gente que estaba en oficinas, en servicios no operativos, o en gestión, y hemos sacado a todos estos policías a la calle. Y hemos cambiado sobre todo las estrategias, intentamos hacer prevención, es decir, que el delito no llegue a producirse o que, si se produce, pueda atajarse rápidamente. Yo creo que lo estamos consiguiendo, esos datos que hemos hablado lo corroboran. También es verdad que, en general, la delincuencia ha bajado. Hay un problema con las estadísticas que en alguna ocasión se ha tratado, porque se puede mirar por el lugar en que se denuncia y por el sitio en que realmente ocurren los hechos y le puedo decir que vamos mejor que el año pasado.
1 comentario
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Me da que, por desgracia, la policía sigue siendo esclava de la estadística seguramente por la implementación, que hizo en su día algún político avispado, queriendo dar traslado de la función policial hacia un cierto mercantilismo tipo empresa privada.... el incentivo por la via del cumplimiento de objetivos que imperativamente lleva a la mentira y el falseamiento de datos. Un hurto no se convierte en robo con violencia porque el hurtado se enfade, se convierte en robo con violencia porque el autor roba si o si aunque sea a hostias. Año tras año leo que todo mejora, que los datos descienden y que todo va a mejor si bien no se ven cambios significativos, sigue habiendo buitrones, asaltos a viviendas y bandas del rolex. Y el problema viene dado de la mano de una legislación laxa y una fiscalía inoperante que prefiere llegar a acuerdos repugnantes o plantea peticiones inauditas.... veas las últimas puestas en libertad.