Imagen del muelle del Port de Sóller. | Lluc Garcia

Los ciudadanos a quienes les guste salir a pescar con su barca deberán tener a partir de ahora una licencia específica para la embarcación y además tendrán la obligación de marcar algunas de las piezas más valiosas que hayan pescado, según figura en el decreto que ayer aprobó el Govern y que entrará en vigor en breve.

El objetivo de esta medida es evitar que las capturas de estos pescadores acaben en mercados, comercio y lonjas, algo que sucede en estos momentos. Con la licencia del barco se tendrá más controlada la actividad y el marcado de las piezas será un elemento disuasorio para hacer negocio con uina actividad recreativa. Las especies a las que se les tendrá que cortar la cola en diagonal para evitar que se haga negocio con ellas son el mero, el verdero, el ‘cap-roig', el corvallo y el dentón, según figura en el decreto.

La licencia de pesca individual, de las que hay 44.000 en toda Balears, solo servirá para pescar en tierra. Si se quiere pescar en el mar, el aficionado deberá pedir la licencia para la barca, pero en ese caso no será necesario que todos los ocupantes tengan licencia individual.

El Govern mantiene la limitación de pesca diaria de cinco kilos por pescador y día y se abre la puerta a ampliar el número de especies sometidas a cuotas esoeciales.