––Eres una mujer admirada: empresaria, musa vintage, embajadora de grandes marcas, icono sexual... pero ¿quién es realmente Dita Von Teese?
––(Duda) Mmm... No lo sé, simplemente soy una chica obsesionada con ciertas estéticas. Empecé haciendo pequeños espectáculos porque pensé que sería divertido y a lo largo de estos años se convirtió en mi negocio. Así que, supongo que soy una chica con suerte por tener la oportunidad de desarrollar en mi vida lo que me encanta hacer.
––Tiene muchas facetas y en cada una de ellas ha conseguido triunfar ¿Podría decirme cuál es la clave del éxito?
––Creo que la clave del éxito aparece cuando realmente haces lo que amas y nunca lo dejas. Yo empecé a hacer mis shows en 1991, en fiestas de música electrónica en Los Ángeles, pequeñas actuaciones y de repente se convirtió en algo mucho más grande de lo que yo jamás pude pensar. Creo que ese éxito ocurrió porque no hice nada con la intención de encontrar la fama, simplemente lo hice porque pensé que era bonito, elegante, algo que a mi me encantaría ver.
––¿Le queda alguna meta o sueño por cumplir?
––Sí, me gustaría realizar una versión más extensa de mi show, me encantaría traerlo a Europa, algo en lo que actualmente estoy trabajando para que la gente pueda ver todos los espectáculos en una misma tarde. Así que, ese es uno de mis sueños pendientes.
––¿Qué puede revelar de su espectáculo ‘The Opium Den'?
––Es un show que creé hace unos siete años. Tengo esta obsesión por lo oriental gracias a las películas de una actriz llamada Gong Li, protagonista de ‘Raise the Red Lantern'. Quería hacer algo que reflejara esta estética que tanto me gustaba, algo que no fuese el típico cliché de la mujer asiática, así que pensé mucho en cómo conseguir esa estética y cómo crear una fantasía sexual de eso sin repetirse.
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