Doña Cristina compareció ante el titular del Juzgado de Instrucción número 3 de Palma el pasado 8 de febrero como imputada por presunto fraude fiscal y blanqueo de capitales y, cuando el juez anunció, un mes antes, su decisión de citarla, la Casa del Rey manifestó su «respeto a las decisiones judiciales».
La institución encargada de administrar la actividad oficial del jefe del Estado y de la Familia Real había expresado también su «máximo respeto por las decisiones judiciales» cuando, el 7 de mayo del año pasado, la Audiencia de Palma dejó sin efecto la imputación de la infanta, decidida un mes antes por el juez.
Aquella resolución a favor de la imputación suscitó una reacción de la Jefatura del Estado muy comentada en aquel momento, ya que la Casa del Rey expresó su «sorpresa» por «el cambio de posición» del juez Castro y mostró su «absoluta conformidad» con la decisión de la Fiscalía de presentar recurso contra esta medida.
Después de destacar que había tenido conocimiento del auto de imputación «por los medios de comunicación», Zarzuela subrayaba entonces que el juez había sostenido hasta ese momento la posición de no imputar a la infanta y manifestaba su conformidad con la decisión de la Fiscalía Anticorrupción de recurrir «en su posición procesal de imparcialidad y defensa de la legalidad».
A diferencia del momento en que compareció ante el juez Castro el pasado febrero, la infanta Cristina ya no forma parte de la Familia Real, ya que el pasado jueves 19, tras la abdicación de don Juan Carlos, dejó de ser hija del Rey para pasar a ser hermana del nuevo Monarca, Felipe VI.
En su ya histórico discurso de proclamación, pronunciado ese día ante una solemne sesión conjunta del Congreso y el Senado, el nuevo jefe del Estado subrayó que la Corona debe «velar por la dignidad de la institución, preservar su prestigio y observar una conducta íntegra, honesta y transparente».
«Hoy más que nunca, los ciudadanos demandan con toda razón que los principios morales y éticos inspiren -y la ejemplaridad presida- nuestra vida pública», señaló Felipe VI, antes de continuar: «Y el Rey, a la cabeza del Estado, tiene que ser no sólo un referente sino también un servidor de esa justa y legítima exigencia de los ciudadanos».
Doña Cristina, apartada de toda actividad institucional desde finales de 2011, no estuvo presente ni en la ceremonia de proclamación de su hermano ni en la de abdicación de su padre celebrada la víspera en el Palacio Real, a diferencia de su hermana mayor, la infanta Elena, que asistió a ambas.
El verano pasado, la infanta Cristina trasladó su residencia a Ginebra, desde donde coordina los programas de la Fundación «la Caixa» con agencias de la ONU, y en esa ciudad suiza ha recibido esta misma semana la visita de su madre, la Reina Sofía.
El juez José Castro ha dado hoy por concluida la fase de investigación del Caso Nóos con un auto de 167 páginas contra el que cabe presentar recurso en un plazo de cinco días y en el que pide a la Fiscalía y demás partes que formulen escritos de acusación contra los imputados en un plazo de 20 días.
Además de la infanta Cristina y su esposo, Iñaki Urdangarin, figuran entre los 16 imputados el exsocio del duque de Palma Diego Torres y su mujer, el expresidente del Gobierno balear Jaume Matas, el ex director general de Deportes José Luis «Pepote» Ballester, el exdirector del Instituto Valenciano de Finanzas (IVF) Jorge Vela, el ex secretario autonómico de Turismo Luis Lobón y la que fue consejera delegada de Madrid 2016, Mercedes Coghen.
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