Un aspirante a controlador ambiental comprueba los resultados del examen en el Consell.

El último examen de controlador de acceso y ambiente interno, realizado el pasado mes de mayo en el recinto ferial, ha servido para conseguir poco más de un centenar de nuevos controladores, concretamente 111. Seis de cada diez alumnos de los 270 que se examinaron no han sido declarados aptos: 24 sin calificación por la falta de algún documento y 135 suspensos. La dificultad del examen ha hecho mella en más de la mitad de las personas que se presentaron, que deberán esperar hasta octubre para realizar la próxima evaluación organizada por el Consell d’Eivissa y que ya no podrán trabajar esta temporada.

Solo el 41,1 por ciento de los alumnos fueron declarados aptos, una cifra bastante pobre y que, según algunos de los aspirantes presentados, se debe a la complejidad del examen teórico, «con preguntas de poca o nula trascendencia real en el día a día de un controlador».

Muchos de los aspirantes a controladores lamentaron que hubo preguntas cuya respuesta más bien deberían conocer los funcionarios del estado o los propietarios de los locales de ocio. En el primer caso, hubo cuestiones que versaron sobre la violencia de género o los delitos contra la libertad; en el segundo hubo preguntas como qué pasos se requieren para solicitar la incorporación de una actividad de restaurante a un local de espectáculos o a qué organismo dirigirse para la modificación del interior de una discoteca.

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