Imagendel antiguo dragaminas que hacía fiestas en el mar el año pasado y que fue interceptado por Guardia Civil y Aduanas. | NATALIA NAVARRO

Los empresarios náuticos de Sant Antoni y Sant Josep esperan que esta temporada se produzca por fin algún tipo de regulación sobre los party boats dado el aumento de la presencia de ilegales. «Nuestras embarcaciones son totalmente legales, pagamos estoicamente y cumplimos con la normativa de seguridad que exige Capitanía Marítima. Lo que hay que hacer es centrarse para acabar con el pirateo y esto se consigue con más presencia de la Guardia Civil en el mar. Lo ideal sería una dotación base, pero si no la hay debería haber una presencia periódica para controlar quién trabaja de manera ilegal y quién no porque a la bahía de Sant Antoni llegan embarcaciones con bandera de dios sabe dónde y nadie les pregunta nada. Necesitamos una regulación y nosotros estamos por la labor de que se haga», explicó Juan Carlos Costa, presidente de la Estación Náutica Sant Antoni-Sant Josep.

Precisamente, el primer party boat ilegal que se abortó el año pasado en Eivissa, el Mojo49, se encontraba en la bahía de Sant Antoni.

Costa añadió, además, que debido a la crisis hay embarcaciones que se desplazan desde la Península para hacer fiestas en Eivissa y tampoco se controlan. Cabe recordar que el conseller balear de Turisme, Jaime Martínez, afirmó en una de sus últimas visitas a Eivissa que están intentando trabajar dentro de sus competencias para regular esta oferta turística, pero no avanzó ninguna medida en concreto.

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