A partir de las cinco y media de la tarde, los pajes de Melchor, Gaspar y Baltasar, vestidos con los colores que lucirán los Reyes mañana, rojo, oro y verde, recibieron a los niños sobre una tarima instalada en la carpa de s'Alamera. Los más pequeños llegaban en brazos de sus padres y algunos se aferraban a ellos, entre tímidos y asustados ante la presencia de los pajes. Pero fueron los menos. Casi todos los niños se sentaban en las rodillas de los emisarios reales para leerles detenidamente su lista de regalos, que luego se encargaban de depositar ellos mismos en un gran buzón situado al pie de la tarima.
Mientras algunas familias aguardaban ordenadamente su turno, otras preferían disfrutar de las actividades preparadas para la ocasión por la escuela de tiempo libre S'Espurna, que ofrecía maquillaje de fantasía, figuras hechas con globos, una mesa de juegos, otra de recortables, un espacio para bailar con la ayuda de un videojuego y también un lugar en el que escribir la carga para entregar a los pajes.
[Más información en Kiosko y Más y en la edición impresa]
Sin comentarios
Para comentar es necesario estar registrado en Periódico de Ibiza y Formentera
De momento no hay comentarios.