Bauzá tiene el camino trazado y no se doblegará. Esa fue la idea central que el president balear llevó al debate de política general, o sobre el ‘estado de la Comunitat', que se celebró en el Parlament y que fue aprovechado por la oposición para intentar señalar sus contradicciones y presentarlo como alguien alejado de la realidad.

Francina Armengol (PSIB) y Biel Barceló (Més), en su turno de réplicas, intentaron incidir en los asuntos que el president había sobrevolado en su primera intervención –que duró dos horas– y se centraron en la reacción de la calle ante el TIL. Bauzá ya había dicho que no aceptará «posturas de fuerza» y que «no me doblegaré». No hubo manera de sacarle de allí. Insistió en que el trilingüismo era un compromiso electoral.

El formato de este tipo de debates es muy cerrado: el president dispone de tiempo ilimitado para sus intervenciones y la oposición lo tiene pautado. Mabel Cabrer (PP), además de apoyar todo lo dicho hasta entonces por el president del Govern, cuestionó a la oposición y la responsabilizó de forma directa de la situación ‘heredada'.

La intervención inicial de Bauzá, pese a lo prolija, fue un balance sin apenas anuncios. Todos los planes o proyectos de ley que anticipó, incluida una Ley de Comercio, ya habían sido avanzadas de un modo o de otro. Por él o por sus consellers.

La Llei de Símbols

Armengol y Barceló fueron duros con el president. El portavoz de Més, por ejemplo, concluyó su primera intervención diciéndole que «no merece ocupar ni un minuto más la presidencia del Govern balear». Previamente había comparado la mayoría absoluta del PP a «una dictadura absoluta» y, al igual que Armengol –que se mostró más combativa en su segunda intervención que en la primera– le reprochó «su desprecio» a la calle, su negativa a escuchar y el conflicto que se ha creado en el mundo de la educación por el TIL.

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Bauzá dejó claro que el modelo no se tocará. Y hasta buscó supuestas contradicciones sobre este asunto en el PSIB. Tanto el president Bauzá como Cabrer aludieron a Aina Calvo, que escuchó parte del debate. Cabrer dijo que «apoyo mil por mil a Calvo en este asunto».

La portavoz ‘popular' explotó el anticatalanismo y hasta comentó que «nuestra comunidad no depende de Catalunya». Armengol aprovechó su intervención para señalar que el TIL sería derogado. Bauzá no respondió a nada que tuviera que ver con su incompatibilidad para ocupar el cargo de president por sus negocios privados, incluida la farmacia. El president despachó cualquier alusión a este asunto diciendo que la oposición buscaba el «ataque personal».

El TIL continuará igual y, según Bauzá, tampoco habrá cambios en la Llei de Símbols, que esta mañana quedará dictaminada en comisión. Esta ley pretende controlar las banderas y símbolos que se colocan en edificios públicos. En este punto, y para buscar algún tipo de contradicción, la diputada Cabrer exhibió una moción presentada por el PSM en el municipio de Porreres para cobrar una tasa por colocar papás Noel trepadores. Biel Barceló no entró al trapo y evitó responder a este asunto.

Según Bauzá, haga lo que haga, va a a tener a la oposición en contra. Ayer dijo que estaba convencido (y los representantes del PSIB y Més dijeron que sí desde el escaño) de que su objetivo es «reeditar otro Pacte de Progrés».

«Si el primero fue malo y el segundo pésimo, no quiero pensar como será el tercero», argumentó.

Armengol, durante su primera intervención, ofreció al president un pacto, que quedó sin respuesta, para «blindar los pilares del bienestar» y sacar a la educación, las políticas sociales y salud de los recortes. Los momentos de mayor tensión llegaron con las alusiones al caso de Alpha Pam, el inmigrante senegalés que murió de una tuberculosis no detectada por los servicios de salud.

Bauzá, lo mismo que Cabrer, acusaron a la oposición de utilizar su muerte para buscar réditos políticos, lo que indignó a la oposición, que exteriorizó sus críticas visiblemente.