La Asociación de Comerciantes de la Marina y la de Vecinos y Comerciantes del Puerto de Eivissa coinciden en afirmar que este documento está «obsoleto» y que no está adecuado a la realidad ni a las actividades de los barrios. «Siempre hemos dicho que está obsoleto, que se tiene que cambiar y que se tiene que acomodar más como un establecimiento de la parte más moderna de la ciudad porque si no, no hay manera de competir; nos quedamos atrás porque no podemos dar la comodidad de un establecimiento nuevo. Por ejemplo, el aire acondicionado y el tema de los cerramientos tienen que ser más flexibles. Comprendemos que hay que cuidar las fachadas y que estamos en un barrio con unas características muy concretas, pero necesitamos que el Pepri se abra», explicó Ramón Cabello, presidente de los comerciantes de la Marina.
Unificar
Sobre el hecho de que se unifiquen criterios, como el color de los toldos o las sillas, Cabello precisó: «Si se contempla de una manera que todos lo hagamos igual y se unifican criterios tienes que ser flexible porque no todos los edificios son iguales y hay viviendas que se convirtieron en comercios, por ejemplo».
Sobre que haya más uso residencial del barrio durante todo el año, Cabello explicó que «casi todos los comercios de la Marina han intentando al menos una vez en su vida estar abiertos también en invierno, pero tienes que tener un barrio bonito, atractivo, con servicios, limpio y con restauración durante todo el año y esto en invierno aquí no pasa», se lamentó el presidente de esta asociación.
Por su parte, los vecinos y comerciantes de la primera línea del puerto destacó que cuando se implantó el PEPRI éste se centró más en «los edificios y la reforma de los mismos, no tanto en los servicios que dan los establecimientos de la zona», explicó Joaquin Manuel Senén, vicepresidente de esta asociación, razón por la que piensan que debería actualizarse en este sentido y abordar temas como la música o qué hacer con los relaciones públicas de bares y restaurantes. «Queremos que haya unión entre vecinos y comerciantes, pero hay detalles que tienen que actualizarse. Hay cosas que se han quedado muy atrás, como el tema de los toldos o que no puedas poner una tela fija en los laterales de un restaurante cuando sopla viento, sólo puedes poner lona cuando en la actualidad hay materiales que imitan a la lona», concluyó.
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Se han abierto negocios hasta en los huecos de escalera. Se han destrozado fachadas y elementos históricos con lo que de patrimonio apenas queda nada porque, tanto ibicencos como residentes, consideran ibiza tierra de saqueo. El barrio de la Marina no es habitable ni responde a ningún criterio de Patrimonio de la Humanidad. Ahora solo queda convertirlo en un West End para cruceristas baratos. EIVISSA, QUI T´HA VIST I QUI ET VEU.
Además de todo esto no hay que olvidar el tema del aparcamiento, cada vez hay menos en la ciudad en general, pero en este barrio es especialmente problemático, ya que no hay edificios con parkines propios debido a su infraestructura y antigüeda; déjense de quimeras y piensen en lo práctico...si quieren que el barrio tenga vida tiene que haber un fácil acceso y posicionamiento de vehículos,es decir crear parkings donde se pueda (peixateria,rastrillo,puerto?...) y desde luego no eliminar los pocos que ya quedan, si acaso restringiendo el acceso solo los meses de verano como se está haciendo hasta ahora