De espaldas Conchi Romero de la FAPA es y Llanos Calvo de la Coordinadora, aplaudidas por los asistentes

Lejos de sentirse coaccionados por las palabras del ministro de Educación, José Ignacio Wert, que apuntó que los niños de Balears son «rehenes» de una huelga política o las declaraciones del presidente del Govern balear, José Ramón Bauzá, que criticó el uso «irresponsable» de menores en las protestas, la marea verde volvió a contar ayer con una gran participación -y muy activa- de los más pequeños. Y esta vez fue en Sant Josep, hasta el punto de colapsarlo.

Momentos antes de las 12,00, hora del encuentro, una gran cola de vehículos intentaba llegar a paso lento, muy lento, hasta el núcleo ‘josepí'. Otros, ataviados con la tradicional camiseta verde, se afanaban en alcanzar el frontal del Ayuntamiento caminando por el arcén después de estacionar el vehículo en las afueras del pueblo.

Minutos después arrancaba, un día más y con las mismas ganas, la música de la reivindicación.
Más de 300 personas permanecieron frente al Consistorio de Sant Josep. Padres, profesores y padres que también son profesores. Y como no, y a pesar de las declaraciones de Wert y Bauzá, hijos de profesores que también son alumnos. Decenas de niños, algunos incluso con tapones para no escuchar más de la cuenta la ‘batukada', también animaron la nueva jornada. Otros, después del cuarto día de huelga, parece que ya han adquirido su rol: darle con fuerza al tambor, hacer sonar las ‘castenyoles' o, en su defecto, dejar oír el estruendo de sartenes y cacerolas. «Al final, todo esto es por ellos», comentaba una de las madres a la vez que profesora, mientras intentaba abrirse paso entre la marabunta para alcanzar, junto a sus dos retoños vestidos también de verde, la biblioteca municipal, que ayer se convirtió en el lugar ideal para hacer un ‘receso' de protesta. Eso sí, en el momento que sonó el ‘hit' musical todos volvieron a reunirse alrededor de los tambores y las guitarras. Era la hora de entonar ‘No esTIL d'acord', canción trilingüe que pide soluciones a todo este conflicto y que parece que se ha convertido en el himno de la marea verde.

Acto seguido, y antes de concluir la concentración, hubo turno de palabras a través del megáfono. Uno de los integrantes de la Coordinadora del Professorat Preocupat aseguró que lo único que quieren desde el Govern balear «es matarnos de hambre» a lo que los asistentes respondieron a gritos de «resistiremos, resistiremos». Para momento emotivo, el de la presidenta de la FAPA, Conchi Romero, que aseguró que cuando los profesores no puedan más, serán los padres los que cojan el relevo de la resistencia. Premisa que emocionó a más de uno, al ver que esta vez el apoyo llega también de la otra parte de los perjudicados: las familias.

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Entre los asistentes, varios rostros conocidos como los regidores de PSOE-Pacte de Vila, Rafel Ruiz, que pertenece al sector de la educación; de Sant Josep, Albert Marí, docente y padre y el de Sant Antoni, Juanjo Cardona. El concejal Joan Antoni Prats, también profesor, fue uno de los que hizo caso omiso a las palabras tanto de Wert como de Bauzá y acudió con sus hijas. Al fin y al cabo ni Bauzá ni Wert tampoco les hacen caso a ellos.
Con aplausos y abrazos se recibió la noticia de tener uno de los índices más alto en el seguimiento de la huelga que aportó la Coordinadora de Professorat Preocupat antes de dar por finalizado el encuentro. Y así, un día más, los ánimos de la marea verde se volvieron a dispersar con más fuerza hasta que se vuelvan a unir de nuevo hoy. Esta vez en Sant Joan.

"Cuando los profesores no puedan resistir más, seremos los padres los que resistiremos por ellos"
La presidenta de la Federación de Asociaciones de Padres de Alumnos (FAPA), Conchi Romero, estuvo un día más en la concentración organizada por la Coordinadora de Professorat Preocupat que ayer tuvo lugar en Sant Josep. Durante el transcurso de la cacerolada, Romero dio un mensaje de ánimo a los docentes al asegurar que cuando «los profesores no puedan resistir más, seremos los padres los que resistiremos por ellos». De esta manera, la presidenta de la FAPA en Eivissa aludió a la posibilidad de que esta huelga se prolongue hasta el día que la Conselleria esté dispuesta a negociar: «No llevaremos a nuestros hijos al colegio hasta que no se sienten en un diálogo real».

Conchi Romero, que ayer se reunión junto a otros representantes del ámbito educativo, con la alcaldesa de Sant Josep, Neus Marí, y la concejala de Educación, María José Ribas, señaló que la Conselleria d'Educació debe hacer lo mismo que hacen los ayuntamientos. «Que escuche nuestras reivindicaciones y que una vez por todas dialoguen con buena predisposición por parte de todos. La Conselleria es la que tiene que dar pasos para ese diálogo y tiene que convocar esa mesa de negociación».

En cuanto a la posibilidad de que la FAPA colabore con los docentes de forma económica, Romero señaló que debe ser una decisión que tiene que tomar cada una de las Apymas de cada centro. «Esta propuesta está en el aire y aún no se han pronunciado», concluyó.