Representantes institucionales y de las fuerzas de seguridad debatieron la problemática, ayer, en el Consell. | AMANDA AGUADO

La venta ambulante es un problema que «ha existido toda la vida, pero que últimamente está incrementándose de una forma exponencial causando perjuicios en el pequeño comercio normalizado y legal». De esta forma, el presidente del Consell, Vicent Serra describió el problema, tras la reunión celebrada ayer entre la directora general de Comerç i Empresa, Lourdes Cardona, y representantes municipales y de la Dirección Insular de la Administración del Estado, para adoptar medidas de cara a combatir esta práctica ilegal.

Según la directora de Comerç, Lourdes Cardona, a nivel balear «Eivissa y en Formentera son las islas donde más se está potenciando esta venta ambulante, está empezando en la zona sur de Mallorca y en Menorca en menor medida». «Realmente en la Comunitat las que nos preocupan son las Pitiüses y de hecho hoy nos hemos desplazado aquí para intentar hacer actuaciones conjuntas», afirmó Cardona.

La medida más novedosa acordada en la reunión está enfocada a concienciar al comprador sobre la falta de seguridad y salubridad del producto que adquiere de los vendedores ambulantes. Sin embargo, según reconoció Serra, será una actuación que no se podrá aplicar de forma «programada» hasta el verano que viene. En lo que queda de temporada, la medida de choque será «una coordinación de Policía Local para actuar puntualmente en los lugares con más problemática», detalló.