A la concejala Pilar Marí le tocó el ‘papelón’ de decir que no habría comparecencia.

El Ayuntamiento de Eivissa había convocado a los periodistas ayer a las 11,00 de la mañana para informar sobre un convenio con la Obra Social ‘la Caixa'. En teoría la alcaldesa, Marienna Sánchez-Jáuregui, iba a estar acompañada de la dimisionaria Miriam Valladolid para hablar de ese convenio, aunque la prensa ya sospechaba que esta última no iba a aparecer, teniendo en cuenta que había renunciado el día anterior. También había dudas sobre si la alcaldesa comparecería, porque estaba claro que todas las preguntas irían sobre la ruptura del equipo de gobierno, pero tras las llamadas previas de algunos periodistas al Ayuntamiento, desde el departamento de prensa se les confirmó que Jáuregui sí que se atendería a la prensa.

Los numerosos informadores llegaron puntuales y se prepararon en la tercera planta, colocando sus cámaras y grabadoras allí. Al cabo de unos diez minutos se les instó a que subieran a la quinta planta y se les dijo que se prepararan en otra sala. Otra vez todos los periodistas instalaron allí sus trastos a la espera de que la alcaldesa saliera a informar a los ciudadanos sobre cómo piensa afrontar un gobierno en minoría.

Tras más de media hora de retraso apareció la concejala Pilar Marí, a quien le tocó protagonizar, probablemente sin querer, una de las escenas más esperpénticas de los últimos tiempos. Marí, que es portavoz del equipo de gobierno aunque no suele ejercer como tal, explicó que la alcaldesa no atendería a la prensa. Que total, se trataba solo de una adenda al convenio de ‘la Caixa' y que no hacía falta informar sobre ello (pese a que habían convocado precisamente para esto). Tampoco hablaría sobre la renuncia de los dos regidores del PREF porque no había entrado el documento oficial de renuncia en el Ayuntamiento. Textualmente, según Marí, había que saber si se trataba de «una renuncia o una dimisión».

Evidentemente, los periodistas se quedaron absolutamente estupefactos ante tal despropósito, que también sorprendió a otros miembros del Ayuntamiento. Muy pocas veces, por no decir nunca, se ha visto que un gobierno municipal convoque a la prensa y luego alegue que no quiere informar y más cuando la alcaldesa se acaba de quedar en minoría, algo que no pasa todos los días y que es lo suficientemente serio como para salir a dar la cara. Una muestra más del profundo caos que reina en el Ayuntamiento, donde Jáuregui gobierna saltando de mata en mata totalmente desbordada por los acontecimientos. Ni que decir tiene que la alcaldesa no cogió el teléfono tampoco por la tarde y que su departamento de prensa solo pudo decir a los periodistas que «por el momento» no se preveía ninguna comparecencia.